Los derbis siempre son especiales. Y más aún si has vestido la camiseta de los dos equipos. Ese es el caso de Eneko Undabarrena, quien otrora pasó por las filas del Mirandés y que hoy, tras cuatro temporadas a orillas del Arlanzón, ejerce de ... capitán del Burgos. Su caso, eso sí, no es el único. Varios son los jugadores que han vestido ambas camisetas en las últimas décadas y a día de hoy, esa condición la comparten otros dos futbolistas: el ahora blanquinegro Claudio Medina y el rojillo Odei Onaindia.
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Para todos ellos, sin duda, el del domingo será un derbi aún más especial. «Siempre hace ilusión jugar contra exequipos y gente que conoces. Y si encima es un derbi y en el fútbol profesional, poco más se puede pedir», explica Undabarrena, quien guarda un buen recuerdo de su paso por Anduva. «El salto del Leioa al Mirandés, que pagó mi cláusula, significó entrar en el fútbol profesional, aunque fuera en Segunda B», señala. Hoy, años después de aquel fichaje, el capitán del Burgos se ha conseguido estrenar en Segunda División, todo un sueño para alguien que empezó desde abajo y fue escalando de categoría poco a poco.
Esa mezcla de rivalidad y buenos recuerdos hacen del partido del domingo algo especial para el centrocampista vizcaíno. «A mí me motiva muchísimo, y creo que a los compañeros también», aunque sean recién llegados. Y es que, «cuando uno va a un sitio nuevo, lo primero que tiene que hacer es empaparse de dónde va y de su historia. Aquí todos saben lo que significa el derbi».
En todo caso, este no será el primer derbi provincial para Undabarrena. De hecho, ya ha jugado varios, incluso uno con la camiseta del Mirandés. De aquel partido, disputado en la 2017-2018, recuerda el ambiente que se vive en las grandes citas en El Plantío. «Tengo muy buenos recuerdos de varios partidos con el Burgos, como el del ascenso, pero jugando en otro equipo, creo que ese partido en concreto es el que más he disfrutado en mi vida por el ambiente que había. Evidentemente, siempre gusta más ser el equipo local, pero a cualquier futbolista le gusta ir a un estadio donde la grada te aprieta como aprieta la de El Plantío», explica.
Y es que, añade, el Burgos CF tiene «la gran suerte de tener una afición tremendamente implicada que no tiene ningún otro equipo de la categoría». «Ellos mismos no se hacen a la idea de lo importantes que son para nosotros», afirma el capitán al tiempo que aventura que el Mirandés vendrá con ganas. «Van a venir muy motivados. Saben que vienen a un derbi y que El Plantío va a estar lleno», pero «nosotros tenemos que aprovechar ese tesoro» para dar un paso al frente. No en vano, el Burgos necesita ganar.
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«Si uno puede elegir qué tres puntos conseguir, prefiere ganárselos al vecino, pero no estamos es una situación en la que podamos elegir a quién le ganamos y a quien no. Los puntos son importantes, pero valen lo mismo que los que se nos escaparon en Ibiza», señala mientras advierte del potencial del Mirandés. «Ellos son muy dinámicos y valientes y proponen un fútbol muy vistoso. Si no haces las cosas bien y te muestras sólido sin balón te pueden hacer mucho daño».
El Derbi de Burgos
Gabriel de la Iglesia
Gabriel de la Iglesia
Gabriel de la Iglesia
Gabriel de la Iglesia
En este sentido, Undabarrena señala que por el «estilo de juego» del Mirandés, que es «muy distinto» al del Burgos, podría ser un rival adecuado para los blanquinegros, pero insiste en que cada partido es un mundo.
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De hecho, esa es una máxima que ya se ha evidenciado en estas primeras jornadas, en las que el Burgos ha conseguido golear al Real Valladolid, pero se ha dejado escapar puntos importantes ante el Amorebieta o el Ibiza. No obstante, el capitán subraya que el equipo «no tiene ninguna duda» de su potencial. «Es evidente que el otro día hicimos un mal partido, pero venimos de hacer muchas cosas bien. Estamos en esta categoría porque nos lo merecemos, y a pesar de que, sobre el papel, los equipos que ascienden están llamados a estar en la parte de abajo, nosotros queremos estar más arriba», asegura al tiempo que traslada un mensaje tajante: «Hasta ahora, las cosas no han terminado de salir como estamos trabajando, pero estoy completamente seguro de que vamos a conseguir la salvación».
Sea como fuere, el capitán, que esta temporada no está disfrutando de todo el protagonismo que tuvo la temporada pasada, espera paciente su turno. «En una plantilla tan amplia y competitiva puede jugar cualquiera, pero el entrenador solo puede sacar a once. Lo que tengo que hacer es estar preparado para cuando me toque, porque me va a tocar seguro». ¿Será el domingo frente al Mirandés?
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