Con un poco de pegada es suficiente. El Burgos CF sumó hoy los tres puntos ante el CD Vitoria en un partido que los blanquinegros encarrilaron en el minuto tres gracias a un gol de David Martín. El orden del conjunto burgalés y la ... falta de acierto del equipo alavés fueron suficientes como para sentenciar el choque.
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Burgos CF
Saizar; Julio Rico, Ayoze, Borda, Javi Cantero; David Martín, Cusi (Carlos Álvarez, min.63), Beobide, Eneko; Iker Hernández (Del Álamo, min.92) y Adrián Hernández (Sergio Esteban, min.81).
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CD Vitoria
Markel; Brani, Diego, Cris, López (Camus, min.46); Alfon (Ángel, min.79), Alain (Obieta, min.62); Xesc, Sarri, Roger; Etxaburu.
Goles: 1-0, min.3: David Martín.
Árbitro: Cambronero González (Comité castellano manchego). Expulsó a Cris por doble amarilla (min.84). También mostró tarjeta amarilla a Cantero por el Burgos CF y a López por el CD Vitoria.
Incidencias: Partido correspondiente a la trigésimo quinta jornada del Grupo II de la Segunda División B disputado en El Plantío ante unas 2.500 personas. Las obras de reforma a las que está siendo sometido el estadio obligaron a reubicar a los aficionados del Fondo Sur en el Fondo Norte y Lateral. La segunda parte estuvo condicionada por una fuerte tormenta.
Afrontaba el choque el Burgos como una suerte de reválida tras el tropiezo del pasado fin de semana en Lezama. La derrota frente al filial del Athletic de Bilbao había dejado tocados a los blanquinegros, que estaban obligados a ganar sí o sí para mantener vivo el difícil sueño de clasificarse para la próxima edición de la Copa del Rey.
Y con esa mentalidad salió al campo el Burgos, que tardaría muy poco en adelantarse en el marcador. Apenas se habían disputado un par de minutos cuando una recuperación en campo propio servía para habilitar a Iker Hernández por la banda derecha. El delantero guipuzcoano levantaba la vista y veía el desmarque de David Martín, que ganaba en carrera a su par y tocaba lo justo para batir con comodidad a Markel.
Qué duda cabe que un gol tempranero como ese aporta confianza y seguridad. Máxime cuando el CD Vitoria se está jugando la permanencia, lo que le obligaba a asumir más riesgos para intentar sacar algo positivo de El Plantío. Los hombres de Gordobil intentaron dar un paso al frente, abriendo más el campo en busca de la portería de Saizar y dejando peligrosos espacios en la retaguardia. En ese escenario, el Burgos se sentía cómodo. Sin necesidad de desplegar un juego excelso, el orden del conjunto burgalés fue suficiente para frenar las acometidas del Vitoria, que al cuarto de hora ya se había hecho con el control de la pelota. Un control que, eso sí, resultaba del todo infructuoso, toda vez que era el Burgos el que seguía mandando en el marcador y en las ocasiones.
Cierto es que el equipo alavés acumulaba hombres en tres cuartos, pero las mejores oportunidades eran blanquinegras. En el 8, una gran parada por bajo de Markel impidió que el Burgos ampliara su ventaja con un buen disparo desde la frontal de Eneko. También Cusi probó fortuna con otro lanzamiento desde la frontal que se marchó alto en el minuto 18.
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Sin embargo, a medida que pasaban los minutos, el Vitoria profundizaba en su dominio de la pelota, acercándose cada vez con más peligro a la portería de Saizar, sobre todo balón parado en numerosos saques de esquina que hicieron sufrir al conjunto burgalés quizá más de la cuenta. Eso sí, las ocasiones claras del conjunto alavés seguían brillando por su ausencia y tan sólo Roger, con un centro chut que se envenenó y obligó a Saizar a mandar la pelota a córner, consiguió inquietar a la parroquia local.
Poco o nada cambió el guión del choque tras el paso por vestuarios. El Vitoria intentaba aprovechar su iniciativa ante un Burgos ordenado que apenas dejaba espacios en busca de una recuperación y una transición rápida que le permitiera cerrar el partido. El problema es que ni unos ni otros acertaban a ratificar su apuesta con ocasiones. No ayudó en este sentido la tormenta que comenzó a descargar con fuerza sobre El Plantío en los primeros compases del segundo tiempo, que impidió afinar en los pases y controles.
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El partido estaba trabado y ninguno de los dos parecía ser capaz de hilvanar más de dos pases con criterio, si bien, era el Vitoria el que más proponía. En el 54, Saizar impedía un cabezazo cantado de Xesc en boca de gol y en el 60, la grada pedía penalti por posible mano de un defensa alavés en su área. Por su parte, Adrián probó fortuna con un lanzamiento de libre directo que se marchó alto en el 66.
El partido no parecía dar para más, aunque lo escueto del resultado hizo que incrementara la tensión a medida que avanzaban los minutos. Una tensión que alcanzó su punto álgido en los últimos compases, en los que un Vitoria volcado al ataque, pero timorato como pocos, vio cómo expulsaban a Cris por doble amarilla. Mientras, el Burgos desaprovechó tres claros contragolpes, incluido un disparo de Iker Hernández que, sólo ante el portero en la frontal del área, la echó fuera.
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Al final, tres puntos y poco más para un Burgos que volvió a ser despedido entre aplausos y pitos por la afición y que aún mantiene la esperanza de clasificarse para la Copa del Rey del año que viene.
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