Un sólido Burgos CF sucumbe ante Osasuna en Tajonar

Comenzó el sexto partido de la pretemporada burgalesa con Calero explorando alternativas ante las recientes bajas de Zabaco y Matos. El cuadro blanquinegro recuperó la línea de cinco, habitual en varios encuentros de la pasada campaña, con Elgezabal incrustado ente Aitor Córdoba y Grego Sierra, más habituales en el centro de la zaga.

Su lugar en el doble pivote de la medular lo ocupó Mumo, retrasando su posición para aportar salida de balón junto a Andy y la del utrerano la suplió Fran García en banda izquierda. La calidad de Bermejo y la pujanza de Valcarce acompañaron a Artola en el ataque inicial burgalés.

A una semana del inicio liguero ante el Málaga, el segundo partido ante un Primera División se antojaba una buena piedra de choque para perfilar las sensaciones del equipo.

De hecho, el cuadro rojillo tardo apenas minuto y medio en avisar con un centro rematado tibiamente a las manos de Churripi Caro. La réplica del Burgos en la siguiente jugada fue igual de tímida que la primera local y que las posteriores aproximaciones, condición habitual de los amistosos de pretemporada.

Los primeros compases del choque presentaron un Osasuna queriendo dominar a través de la pelota y un cuadro castellano replegado y esperando su momento para salir rápido a la contra, juego que le sirivó al técnico madrileño para lograr una holgada permanencia en Segunda División.

Pese al planteamiento de partido, un error en salida de los jugadores blanquinegros propició una veloz transición navarra que Roberto Torres estrelló ante la buena defensa de la zaga visitante.

Una buena salida tejida entre Valcarce, Artola y Bermejo acabo con un flojo tiro que sirvió al conjunto navarro para salir a la contra y, tras el desordenado repliegue burgalés, finalizó con una buena intervención de Caro ante el potente disparo raso de Kike Barja.

El once rojillo y el canterano Aimar Oroz dirigían las ofensivas locales mientras que Calero lo fiaba todo a los tres de arriba, descolgados en fase defensiva, para armar ataques rápidos con pocos toques y balones largos desde atrás.

El partido entró en una fase espesa de posesión inerte, con poca presencia en las áreas y ritmo propio de las fechas veraniegas. Moncayola y Roberto Torres intentaron animar el tedio sobre el verde con sendos remates sin demasiada dificultad para la portería burgalesa.

Con esta tónica, la falta de clarividencia de ambas escuadras en el último tercio del campo propició la carencia de ocasiones francas de gol y la sucesión de centros a la olla con fácil rechazo para las defensas en el último cuarto de hora de la primera mitad.

Modificó el sistema Calero tras el paso por vestuarios, deshaciendo la línea de cinco demasiado aculada durante la primera mitad para dar paso a un 4-3-3 con cambios en ambos laterales y la entrada de Atienza y Saúl Berjón.

Por su parte, los de Jagoba Arrasate pusieron una marcha más en el inicio de la segunda parte pese a no incluir variaciones y encajonaron al cuadro castellano, que se afanaba para defender las incursiones por banda, más incisivas que en la primera mitad del encuentro.

La presión del equipo navarro a la salida de balón burgalesa propició varias pérdidas de balón peligrosas en la construcción de juego. Precisamente una de ellas la aprovechó Pablo Ibáñez con un excelso zurriagazo desde la medular que sorprendió a Caro y rompió el empate inicial en el 57 de partido.

El tanto local abrió el partido y el Burgos intento inquietar la portería navarra con varias llegadas sin mucha concreción, la más clara por parte de López-Pinto, que conectó un remate raso centrado fácilmente atajado por Juan Pérez.

El paso adelante de los burgaleses lo aprovecharon los rojillos para replicar en cada salida visitante, aunque el calor y la fatiga comenzaron a disminuir los efectivos sumados al ataque por parte de Osasuna.

El partido tornó en un toma y daca con mayor velocidad y dinamismo en el que la zaga castellana se mostró contundente en el área para desbaratar los intentos de los Arrasate.

Los jóvenes le dieron energía para salir al Burgos, que empezó a enlazar pases aunque los rojillos continuaban manteniendo el control de la posesión. Con el partido agitado y Osasuna lanzado a por el segundo, Kike García estuvo a punto de poner el segundo en la cuenta navarra tras un buen remate que se marcho lamiendo el palo derecho de Caro.

Por su parte, la conexión del Promesas entre Pol Bassa, Del Cerro y López Pinto empujaba al equipo hacía arriba con una pujanza que se veía cercenada por la defensa pamplonesa.

Un buen chut del canterano Aimar Oroz, uno de los más destacados del choque, y un cabezazo que no encontró puerta de Kike García pusieron el picante en el área del Burgos a cinco minutos del final.

El partido encaró los últimos instantes con una esperada caída de ritmo y sin capacidad de reacción de los de Calero, más allá de dos buenas conducciones de López-Pinto que no llegaron a buen puerto.

De esta manera, el Burgos CF cerró su segunda derrota de la pretemporada -tras la consumada por penaltis ante el Alavés- con buenas sensaciones defensivas y con la evidente necesidad de firmar gol en los que resta de mercado estival.

Los de Calero completarán al preparación de la temporada mañana a las 19 horas en Villarcayo, donde disputarán el séptimo amistoso del verano ante la SD Ponferradina.