Moyano niega la victoria al Burgos CF en la despedida de Calero

Tras el descanso, los de Calero intentaron reaccionar para poner la igualada en el marcador, pero el palo le negó a Curro el empate en el minuto 72. Ya en los instantes finales, el VAR anuló un segundo a los gallegos para dar algo de vida a los blanquinegros, que dieron un arreón final pero no lograron el gol.

Comenzaba el último partido de la temporada con la entrega de las réplicas de la Tizona a Calero y Caro, dos pilares fundamentales del Burgos que hizo soñar con la Primera División a El Plantío y que no continuarán la próxima temporada a orillas del Arlanzón.

Sin mayores alicientes que la emotividad del último baile de la temporada y las despedidas en los locales y rodar a los jóvenes talentos para que lideren al equipo en la vuelta a Segunda en los visitantes, el partido empezó con mayor empuje de los gallegos.

Tras un inicio pujante del Lugo, el Burgos equilibró la balanza y comenzó a hilar pases de calidad entre los Curro, Bermejo, Mumo y Gaspar para presentarse en las inmediaciones del área de Sequeira.

Pero en el minuto 10, en una jugada por banda izquierda que parecía abocada al fracaso, Sebas Moyano se revolvió dentro del área local para sacarle el penalti a Aitor Córdoba, que pico y metió la pierna para trabar al ariete lucense.

Pero ahí estaba el de siempre. Una vez más, Caro apareció para salvar la pena máxima y mantener el empate inicial en El Plantío. Esta salvada hizo que los de Calero cogieran confianza y se soltasen en el partido para aparecer de manera cada vez más recurrente en campo rival.

Pasados los primeros veinte minutos y tras el susto del penalti, el partido bajo de revoluciones gracias en parte a Atienza y Elgezabal, que anularon al centro del campo del Lugo y permitieron a los suyos disfrutar de mayores minutos de posesión.

A la media hora de partido, el Burgos corroboró el pasito adelante que había dado el equipo tras el arranque de partido con dos centros consecutivos sobre el área visitante que, tras un rechace, controló Gaspar y a punto estuvo de reventar las redes de Siqueira con un potente disparo que se marcho un palmo por encima del travesaño.

Un chispazo de Sebas Moyano en las postrimerías del primer tiempo volvió a exigir a Caro, que respondió de nuevo con una parada de fútbol sala para volver a negarle el primero al Lugo.

En el último minuto, con el Burgos rondando el área del meta gallego, una rápida recuperación de los lucenses terminó en las botas de Ángel Baena, que levantó el balón por encima de la zaga burgalesa para asistir la carrera de Sebas Moyano, que conectó un remate mordido pero efectivo para, ahora sí, adelantar a su equipo justo antes del descanso.

Quería revertir el mazazo propinado por el 7 lucense antes del paso por vestuarios. Y con esa intención salió el Burgos a la segunda mitad. Mucho más enchufado en el partido con los de Íñigo Vélez, el cuadro blanquinegro pisaba área con facilidad pero no lograba encontrar situaciones claras de finalización.

Mumo cazó un rechace dentro en el punto de penalit tras un centro desde la derecha pero, tras un buen giro, no pudo rematar con contundencia ni puntería y su disparo se fue desviado a la derecha de la portería de Siqueira.

Al filo de la hora de partido, Sebas Moyano encontró espacio para cabalgar por derecha, se internó en el área para recortar, girarse y, algo trastabillado, conectar el remate con la puntera que terminó por rebotar en el mismo y acabo en saque de portería.

Tenía el dominio de partido el Burgos, pero no encontraba la manera de convertirlo en ocasiones de gol ante un conjunto lucense que, a pesar de sufrir en defensa, se desplegaba con alegría al contragolpe e inquietaba a la parroquia burgalesa congregada este domingo a orilllas del Arlanzón.

Con el gradería blanquinegro haciendo la ola para despedir la temporada, Curro recogió un rechace al borde del área visitante en el minuto 72 para, tras acomodársela a su zurda, sacar un zapatazo con destino a las redes lucenses que solo el palo pudo frenar.

El VAR también apareció en el tramo final del partido para anular el segundo tanto del Lugo por una mano de Pantic que rozó el balón antes de que rebotase en la cabeza de Grego Sierra y se introdujese en las redes burgalesas.

Sin mayor aliciente que el pitido final, el Burgos cerró una notable pero agridulce temporada regalando al Lugo su primera victoria de la segunda vuelta en su despedida de la Segunda División.