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«Seré un hincha más del Burgos CF esté donde esté». Así ha terminado la última rueda de prensa de Julián Calero tras un emotivo homenaje en el que El Plantío le ha reconocido estos tres años de crecimiento exponencial del cuadro burgalés hasta llegar ... a soñar con la Primera División.
El técnico ha reconocido tener cierta «rabia» por no haber podido despedirse con una victoria porque el equipo «quería ganar el partido». «Estos partidos de final son complicados y se nos ha hecho difícil. Nos ha faltado claridad y haber marcado. Cuando no te estas jugando nada, pues es normal que no te de, el nivel de activación es más bajo y en ese nivel nosotros no somos tan buenos», ha reconocido.
Pese al amargo sabor con el que finaliza la campaña, el preparador madrileño ha echado la vista atrás para valorar el camino recorrido este año por el equipo, un balance «bueno» que ha dejado al Burgos una temporada más en Segunda División con holgura.
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Alejandro Rodríguez
«Tuvimos un primer tercio excelente a nivel defensivo y eso nos fue llevando a los puestos de arriba. En el segundo tramo, intentamos dar un paso adelante y generar más futbol en ataque posicional porque los equipos nos iban conociendo. Ya en el ultimo tercio hemos querido pero no hemos podido. Desde el cuerpo técnico también hemos intentado variar pero no ha podido ser», ha resumido Calero sobre la temporada.
Por otro lado, el entrenadro blanquiengro ha asegurado que «no puede poner pegas» al desempeño de sus jugadores y ha revelado que, de manera interna, el mensaje era jugar el play off. «Hacia fuera teníamos la piel de cordero pero dentro eramos lobos», ha señalado Calero sobre esa conjura en el vestuario para intentar alcanzar la pelea por el ascenso.
«Al final no nos ha dado en ese ultimo tercio, pero el global de la temporada es bueno, salvarse es muy importante para el club. Otros han descendido con estructuras y clubes mucho mas grandes», ha finalizado el repaso.
También se le ha quedado la espinita de volver a poner a Andy sobre el césped de El Plantío, un cambio que al final no se produjo por el ritmo de final de partido.
«Tenia ganas de sacarle. El partido me estaba pidiendo meter más gente arriba y a veces no por hacerlo te va mejor. Me ha dado pena por Andy, me hubiese gustado que volviese conmigo pero al final casi que mejor porque con el partido de ida y vuelta quizá era meterle en un fregado», ha explicado.
Sobre esa despedida al final del choque, con todo el estadio ovacionando al entrenador que consiguió llevar de nuevo al Burgos al fútbol profesional, Calero ha reconocido que se ha emocionado «un poquito».
«El apoyo de la gente pese a haber perdido y pese al final de temporada, ver que seguían animando, ha sido increíble. Creo que han valorado el global de los tres años y me voy contento. Le deseo lo mejor al Burgos y seré un hincha mas de este equipo esté donde esté. Ahora tengo que resetear y ponerme al 200% para afrontar el siguiente reto», ha concluido Calero en su última rueda de prensa a orillas del Arlanzón.
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