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En la familia Córdoba Querejeta era fácil adivinar qué dejarían los Reyes Magos debajo del árbol: un balón de fútbol. Y no solamente porque sea uno de los juguetes preferidos de los más pequeños, es que en este caso de los tres hermanos los tres son futbolistas.
Aitor, Íñigo y Asier se dedican a darle patadas a un balón de manera profesional. Aitor e Íñigo lo hacen en el mismo equipo: el Burgos CF. Esta es la primera vez que los hermanos juegan juntos, al menos en el fútbol profesional.
Aitor Córdoba recaló en El Plantío en la temporada 2019-2020, antes de eso solo había jugado en el Leioa. El central vasco es uno de los mejores defensas de la categoría y sus números a orillas del Arlanzón han despertado el interés de equipos grandes, de la categoría y de equipos de Primera División. Sin embargo, este verano renovó por dos temporadas.
Esta renovación ha propiciado que tenga de compañero de vestuario a su hermano. El mediano de los hermanos Córdoba, Íñigo, recaló en este mercado de verano en las filas del Burgos CF. El extremo zurdo, de 27 años, un año menor que Aitor, correrá por la banda de El Plantío hasta 2026. Llegó procedente del Fortuna Sittard.
Hasta ahora los hermanos Córdoba no habían coincidido en ningún equipo (al menos al mismo tiempo; tanto Íñigo como Asier jugaron en el Bilbao Athletic, pero no en las mismas temporadas). Desde este mes de agosto Aitor e Íñigo comparten vestuario y entrenamientos y se lo pone fácil a la familia a la hora de elegir a qué equipo animar.
El pasado domingo, además, ambos fueron titulares por primera vez. Jon Pérez Bolo les alineó juntos en el partido ante el CD Castellón, aunque el resultado del partido no será lo que más recuerden estos hermanos.
Compartir equipo es un aliciente para ambos esta temporada, que no niegan que les gusta defender juntos el mismo escudo. Aitor lo reconoció al conocer el fichaje de su hermano mediano: «Estoy muy contento de que mi hermano esté aquí. Llevábamos hablando tiempo del tema y le di muchas referencias».
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Para Íñigo también fue un motivo para decantar su decisión, pero aclara que no fue el único: «Para mí, compartir vestuario con mi hermano es una experiencia que me apetecía, pero no es el único motivo por el que estoy aquí».
El pasado domingo fueron los primeros minutos de inicio que compartieron, aunque a buen seguro esta circunstancia podrá repetirse, ya que no son competencia directa por un puesto en el once. Aitor es central, mientras que Íñigo es extremo. Sin embargo, no era la primera vez que compartían minutos en el Burgos CF, ya en la primera jornada Íñigo participó 22 minutos mientras su hermano disputó el partido completo. Antes de completar ambos los 90 minutos ante el CD Castellón volvieron a jugar juntos ante el Córdoba, donde el extremo disfrutó de 30 minutos y el capitán, de nuevo, los 90 minutos.
Si se diera la casualidad de que en un futuro el pequeño de los Córdoba, Asier, recalase también en el club burgalés, podría darse la circunstancia de que los tres pudieran compartir once. Tres hermanos, tres demarcaciones diferentes. El pequeño de los hermanos Córdoba es delantero, quién sabe si en un futuro los tres celebrarán juntos sobre el césped los goles del pequeño.
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