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Los últimos meses han supuesto un ejercicio de paciencia para Julián Calero y su equipo técnico, que no han podido sentarse en el banquillo en partido oficial ante el conflicto generado meses antes entre el club y José María Salmerón a causa del despido de ... éste. Así de hecho lo ha reconocido el propio Calero en la primera rueda de prensa que ha ofrecido en mucho tiempo después de que el club haya conseguido al fin tramitar su ficha federativa.
«Ha sido una situación muy desagradable para todos», ya que durante nueve jornadas no ha podido dirigir al equipo desde el campo, lo que «ha ido en detrimento» del rendimiento deportivo, ha asegurado. Es más, y a pesar de no hablar de ultimátum al club, el propio técnico ha asegurado «la situación estaba en el límite». «La dirección de los entrenamientos es muy importante, pero la dirección del partido es vital» para tomar decisiones de última hora y corregir acciones, ha subrayado. Y no poder ejerces esa función, ha añadido, suponía «un riesgo».
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A pesar de ello, la marcha deportiva del equipo ha sido muy satisfactoria hasta ahora, gracias, en gran medida, a que «el vestuario ha respondido porque el grupo es extraordinario», ha afirmado al tiempo que aseguraba haberse sentido como una «víctima colateral» de un conflicto que él no podía solucionar. En todo caso, la solución ha llegado y este mismo sábado podrá dirigir al equipo frente al Sporting B. «Estoy contento y satisfecho de poder desempeñar mi trabajo», ha destacado.
Eso sí, y aunque el objetivo es que a partir de ahora «sólo se hable de fútbol», lo cierto es que todavía hay algunas cuestiones económicas e institucionales que preocupan al técnico, como son la imposibilidad de fichar y la ausencia de un lugar donde entrenar a diario. A respecto del primer asunto, Calero ha reconocido que puede ser un problema a medio plazo, ya que ahora no puede echar mano de jugadores del filial tras la ruptura de relaciones con el Burgos Promesas y «la plantilla se ha quedado un poco corta» ante posibles eventualidades.
Calero ha aprovechado su primera comparecencia en mucho tiempo ante los medios de comunicación para dejar clara su apuesta por la continuidad de Juanma. «Bajo ningún concepto quiero que Juanma se vaya», ha asegurado a preguntas de los periodistas.
Después de afirmar que ha hablado personalmente con el delantero sevillano, por el que han mostrado interés equipos como el Badajoz, ha insistido en que Juanma «está a gusto» en el equipo y la ciudad y el cuerpo técnico quiere que siga, aunque todo dependerá de lo que decida el club.
Eso sí, Calero ha confiado en que el delantero siga, y no solo hasta final de temporada, sino más allá. «Yo creo que se va a quedar», ha zanjado.
Ese conflicto con el Promesas, además, ha dejado al Burgos CF sin poder usar la ciudad deportiva de Castañares, y aunque de momento se está utilizando El Plantío para los entrenamientos y se están buscando alternativas, se necesita «estabilidad» en este sentido. «Me gustaría» poder seguir utilizando la ciudad deportiva del Burgos Promesas, ha señalado al tiempo que insistía en que «hay voluntad» de solventar todos los frentes abiertos en las últimas semanas.
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