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«La primera fase ha sido muy buena. No hay que darse besos, pero hay que felicitar a los jugadores». Así de contundente se mostraba el entrenador del Burgos CF, Julián Calero, tras sumar la victoria en el último encuentro de la primera fase ... en Oviedo. Y eso de darse besos no tiene que ver con la pandemia, que también, sino porque aún no se ha logrado nada. Falta mucho recorrido y, por eso, el propio Calero quiere mantener a sus jugadores con los pies en el suelo.
«Ahora viene algo muy bonito para ver si somos capaces de comportarnos con la grandeza que nos exige la situación y el club. Ahora nos mediremos a grandes rivales y vamos a encontrar una segunda fase muy diferente», destaca el técnico que, de momento, ha colocado a los burgaleses como líderes de la segunda fase también.
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Sobre el partido contra el filial del Real Oviedo, Calero ha reconocido que el rival dio un paso hacia adelante en la segunda parte en busca de la permanencia. Esa situación la aprovechó el conjunto burgalés a la contra, como así se manifiesta en el gol de Alarcón. «Hablábamos en el descanso de que la mala noticia es que no íbamos por delante, cosa que merecíamos. Y sabíamos que en la segunda parte, probablemente, cambiaría. Tenían que dar un paso hacia adelante y hemos jugado otras cartas», ha concluido el entrenador.
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