Calero: «Los partidos hay que masticarlos hasta que te los tragas, aunque a veces se haga bola»

En materia futbolística, el entrenador blanquinegro ha revelado su apuesta inicial por la movilidad, sin un punta de referencia debido a la «dificultad» para sobrepasar a los zagueros racinguistas como Satrústegui.

«Queríamos ver si, a través de el desborde, de la incertidumbre, de la movilidad y de ser muy dinámicos podíamos hacerles daño. En la primera parte nos ha costado un poco, los tres de arriba no se han asociado todo lo bien que podían y cuando hemos tenido la posibilidad de ir por fuera nos ha costado llegar», ha resumido sobre el primer acto del partido.

El penalti de Areso por mano ha sido uno de los puntos clave del encuentro, una piedra en el camino que el Burgos, gracias a las manoplas de Caro, supo solventar. «Había que rehacerse tras el mal trago del penalti y lo hemos hecho. Hemos ganado en un gran estadio ante un Racing que hace muy bien las cosas», ha aseverado Calero.

«En la segunda parte hemos entendido mucho mejor el juego, hemos ajustado ciertas cosas en el descanso, sobretodo con las distancias entre ellos. Saber cuando venir, cuando atacarles la espalda o cuando ir por fuera para que nuestros carriles les hicieran daño. Al final han estado muy bien y lo han interpretado fenomenal, esa era la idea que la de la primera», ha explicado sobre la mejoría del equipo en los segundos 45 minutos.

Más contento con ésta última versión, Calero también ha vislumbrado algunas cosas que perfilar en los siguientes encuentros como la gestión de la superioridad tras la expulsión de Iñigo Sainz-Maza.

«En la segunda parte mi equipo está extraordinario en todos los aspectos. Hemos corrido, hemos llegado, hemos mantenido la calma y hemos sabido jugar. Pero es verdad que los últimos minutos con un jugador más podríamos haberlos manejado mejor. Quizá la ansiedad de verte cerca de los tres puntos a veces provoca el no sacarle partido», ha apuntado sobre los instantes finales del partido antes de dar la enhorabuena a sus jugadores por el esfuerzo.

«No puedo más que darle la enhorabuena a los jugadores. El colectivo aquí es fundamental y eso hace que estemos disfrutando de un momento fantástico en el que hay que seguir trabajando y ver hasta dónde nos llevan estos chicos. De momento, la ilusión y las fuerzas las tenemos», ha añadido Calero.

La señalización de las manos es una de las cosas que el técnico blanquinegro -ni prácticamente nadie- termina de entender en el fútbol español. «Los penaltis de hoy en día... ya no sé dónde van a tener que meterse las manos los jugadores», ha criticado nada más comenzar la rueda de prensa posterior al partido.

«En el tema de las manos tenemos que hacer un algoritmo o algo para saber identificar exactamente cuál es mano y cuál no. En el penalti de Areso, pita una mano en una situación en la que da un paso adelante pero que el día del Tenerife la semana pasada perdimos con una mano igual. Son cosas del fútbol moderno, tenemos que aceptarlas.», ha opinado sobre una pena máxima que terminó parando Caro.

Preguntado sobre el gol anulado al Racing por mano de Matheus Aiás, Calero ha expuesto que, en esa situación, «en la reunión con los árbitros dijeron que todas las manos ofensivas que dieran a los jugadores, fueran donde fueran, eran mano, no había interpretación posible. La sensación que tengo es que le ha dado en la mano, que eso es evidente, de forma involuntaria, que también es evidente, pero como consecuencia de ello ha acabado gol y como nos comentaron los árbitros en la reunión de principio de temporada que se iban a pitar pues evidentemente está bien anulado».

Un disfrute. Eso ha sido para el entrenador del Burgos ver a los cerca de 2.000 aficionados celebrando y «obligando» a los jugadores a salir de nuevo a saludar al verde de los Campos de Sport de El Sardinero.

«Hay una ilusión en la ciudad que se palpa, la gente está con el equipo y eso es muy bonito después de tantos años de travesía del desierto. Estos momentos de dulzura que el fútbol está dando hay que aprovecharlos para que la gente se haga realmente un sentimiento aún mayor, sobretodo lo más pequeños, que tengan ese sentimiento de 'su' Burgos», ha señalado el preparador madrileño sobre aprovechar el tirón para afianzar la pasión por la blanquinegra.

Sin palabras de agradecimiento, Calero ha agradecido la ayuda de la hinchada desplazada desde Burgos en los momentos complicados y ha deseado un «viaje para disfrutar con calma y llegar a casa feliz y contento».

«La victoria te deja un dulce sabor que es precioso y la derrota un amargo sabor que lo tienes masticando hay días y días. Cuando te toca el sabor dulce, aprovéchalo, porque la derrota va a llegar también porque ambas son nuestras compañeras de viaje, tanto de los entrenadores como de los equipos y hay que saber manejarlas y estar tranquilo en ambas situaciones», ha reflexionado el técnico del Burgos CF.

«Saborea lo bonito cuando ganas y aguántate cuando pierdes y mastícalo y trágate el veneno porque no te queda otra», ha concluido un Julián Calero que ya echa la vista al frente para «preparar el siguiente partido con la máxima intensidad para seguir sumando».

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