El técnico del Burgos CF, Julián Calero, avisa: no se puede caer en la autocomplacencia. Así, y a pesar de haber sellado matemáticamente el liderato de la segunda fase sin que ni siquiera haya acabado la primera, el entrenador insiste en que hay que seguir ... manteniendo la dinámica. Es más, a su juicio, el partido del próximo fin de semana frente al Oviedo B, lejos de ser un mero trámite, se antoja «trascendental».
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«Si queremos mantener la distancia con nuestros rivales» debemos seguir sumando puntos hasta el final, ha subrayado Calero en la rueda de prensa posterior al triunfo frente al Lealtad. «La gloria no se consigue pensando en que la clasificación está muy bien. Se hace teniendo hambre de resultados y de éxito. Hemos venido a hacer que este equipo sea competitivo», y de momento se está consiguiendo, ha añadido Calero.
Prueba de ello es el partido de hoy, en el que el Burgos ha mostrado toda su sobriedad para amarrar los tres puntos. «Somos justos ganadores. Hemos hecho una primera parte francamente buena, con una gran circulación de balón y haciéndoles daño como creíamos que podíamos hacerlo. Hemos tenido ocasiones, hemos marcado el gol y podríamos haber cerrado el partido en la primera parte. Ya en la segunda, ellos, ante la necesidad de conseguir puntos», han dado un paso al frente y «hemos caído un poco en precipitación», ha explicado. Sin embargo, «apenas hemos pasado apuros», ya que «hemos tenido dos o tres ocasiones claras» para matar el encuentro, ha explicado Calero.
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En todo caso, el técnico blaquinegro ya está pensando en el duelo frente al filial carbayón, un partido en el que no podrá contar con Navarro, que deberá cumplir sanción tras su expulsión. En este sentido, Calero ha lamentado la ausencia del polivalente futbolista, aunque ha insistido en que no habrá problemas para suplirle.
«Es un contratiempo, pero para eso están las plantillas. Tienes que estar preparado para lo que vaya llegando», ha asegurado al tiempo que insistía en que bajo ningún concepto va a plantear rotaciones por que sí. «Julián Calero no va a regalar nada a nadie. Esto es competición de verdad. Jugarán los que el entrenador crea que están mejor para jugar», ha subrayado. Lo bueno, ha añadido es que tiene «un equipo tremendamente competitivo» y «todas las semanas me lo ponen dificilísimo». Y es que, «hay jugadores que están jugando poco, pero que están entrenando a un nivel altísimo».
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