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El Burgos CF descansa este fin de semana con la mente puesta ya en el inicio de la segunda fase de la competición. Una segunda fase que el cuadro blanquinegro comenzará como líder y en la que se jugará su presencia en el play off ... tras una primera fase muy ilusionante.
Quizá, sea el momento idóneo para charlar con Julián Calero, que ha conseguido afinar la orquesta a pesar de los problemas extradeportivos que ha arrastrado el club. Unos problemas que el propio técnico madrileño sufrió en carnes propias durante las primeras jornadas de liga, en las que no se pudo sentar en el banquillo por el conflicto abierto entre el club y José María Salmerón. En todo caso, los resultados han acompañado hasta ahora.
El equipo ha cumplido el primer objetivo de la temporada con nota, ¿no?
Sí. El principal objetivo que nos marcamos cuando llegamos aquí era estar el año que viene en la nueva categoría. Creemos que el club necesita ir creciendo poco a poco, pero con pasos seguros. A partir de ahí, se ha conseguido la clasificación con una suma de puntos muy importante y el equipo ha dado buenas sensaciones. Eso invita a que ahora, en la segunda fase, tengamos seis partidos más para la ilusión. La ilusión que tenemos desde la perspectiva deporta es competir ahora esos seis partidos e intentar llegar al play off, pero lo cierto es que si el equipo quiere ir a una categoría profesional, en lo institucional tiene que seguir mejorando en todo.
De momento, el equipo comienza la segunda vuelta como un tiro.
Sí. Hasta ahora hemos sido un equipo fiable. Es un equipo que ha tenido un sello, una forma de entender el juego y unos jugadores muy implicados. Todo eso unido ha hecho que el equipo tenga la fiabilidad necesaria para hacer las cosas bien. La primera fase, en general, ha dado un tono muy bueno. También es cierto que nos han acompañado las pocas lesiones y que hemos escapado de la covid.
¿El hecho de no haber sufrido contagios ha ayudado a mantener la progresión?
Evidentemente, pero más que ayudar, creo que debería decirse que no ha perjudicado. Hay que tener en cuenta que aquí juegan dos factores. Nosotros nos hemos cuidado mucho todos, hemos intentado ser muy profesionales, no juntarnos con nadie y respetar todas las normas, pero hay una parte de azar que es incontrolable cuando un virus está en el aire. En todo caso, hay que tener en cuenta que todavía estamos en mitad de la pandemia. Si ahora nos coge el virus en la segunda fase, probablemente lo pasaremos mal. Vamos a intentar cuidarnos y esperemos que no nos toque.
Con la renta de puntos con la que ya cuenta el Burgos, ¿No entrar en el play off sería un fracaso?
No me planteo la posibilidad de hablar de fracaso o éxito en el mes de marzo. En absoluto. Lo que sí sé es lo que tenemos que hacer para intentar llegar al play off. Cuando tienes una ventaja como la que tenemos nosotros, y el domingo la conoceremos exactamente, pueden pasar dos cosas. Lo más lógico y humano es relajarse. Y esa relajación hace que el equipo rival se crezca al no tener nada que perder. Eso lo vamos a intentar evitar a toda costa. El segundo escenario es administrar esa ventaja y aprovecharla. Eso implica dar los empujones cuando sea necesario y manejar las circunstancias que puedan llegar. Pero si pensamos mucho en cocinar el resultado, nos equivocaremos. Lo mejor que podemos hacer es lo que hemos hecho hasta ahora, ir partido a partido. Además, no hay que olvidar que tenemos que intentar ser primeros de grupo otra vez, ya que eso te da una ligera ventaja de cara a los play offs.
Uno de los condicionantes de la temporada fue la tardanza en tramitar su ficha. Fue una situación muy incómoda, ¿no?
Sí, fue muy incómoda desde dos perspectivas. Por un lado estaba la perspectiva deportiva. Si un capitán de barco no puede dar órdenes, los marineros tienen que hacer lo que puedan. En este caso, los jugadores se comportaron muy bien, pero hemos sufrido situaciones bastante dantescas con la gestión de los cambios, por ejemplo. Por eso los entrenadores deben estar en el banquillo. Y por otro lado, fue muy incómodo desde una perspectiva corporativista. No puedo permitirme entrenar mientras el anterior entrenador, que es un compañero, no ha cobrado. Esa es una ley no escrita que los entrenadores intentamos cumplir. O si no ha cobrado, que al menos haya llegado a un acuerdo con el club. En ningún caso pensé que este problema llegara atener esta repercusión. Desde el primer momento me dijeron que estaba a punto de solucionarse y por desgracia llegamos hasta enero, que era mi fecha tope.
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¿Puso sobre la mesa un ultimátum en ese momento?
No creo que pueda decirse ultimátum, pero a partir de ese momento sí que dije que yo no iba a poder seguir en el banquillo porque me parecía que iba en contra de la dignidad de mi profesión.
¿Se sintió apoyado por la plantilla?
Sí, sin duda, por los jugadores y por la dirección deportiva. 'Michu' ha sido un soporte importante para ayudarnos en todo.
¿Cómo se ha abstraído el equipo de todo el ruido extradeportivo?
Intentamos hacer una burbuja deportiva y creo que lo hemos conseguido. Los jugadores han entendido que lo importante para ellos es lo que hacen en el campo. Hemos intentado mantenerles en esa burbuja, motivándoles día a día y haciéndoles ver lo que podíamos hacer. Hemos intentado ser un equipo y ellos han sido unos compañeros extraordinarios unos con otros. Al final, esa burbuja ha logrado que de momento salgamos adelante. Vamos a ver si no estalla y logramos seguir en la misma línea.
¿Está el club al corriente de pagos?
Ha habido problemas con las últimas nóminas.
¿Cómo se ha adaptado el equipo a los entrenamientos en Pallafría?
Tenernos que ir de la ciudad deportiva de Castañares fue una situación muy desagradable, pero hemos sido muy pragmáticos y hemos intentado llevar las cosas con naturalidad. Si hay que cambiar de lugar de entrenamiento, se hace, pero no se puede dejar de trabajar. Hemos generado una segunda forma de trabajar y hemos conseguido que siguiera funcionando, pero sobre todo gracias a la implicación de los chicos.
Pero no es lo ideal, ¿no?
No, en absoluto. Un equipo necesita tener su casa. Si el club quiere dar pasos hacia el fútbol profesional, debe crecer mucho. Y sin una casa no se puede crecer. Tienes que tener un lugar donde poder entrenar, donde te sientas cómodo y donde puedas manejar absolutamente todo. Eso es fundamental. No puedes estar dependiendo de ir un día a un sitio y otro día a otro. Al final, hay jugadores que en esas condiciones no quieren quedarse y se acaban yendo a otros clubes que sí tienen esos medios. Tenemos que intentar que los jugadores quieran venir a este club porque se encuentran a gusto, porque es serio y se hacen las cosas bien desde el área deportiva y la extradeportiva.
La conexión con 'Michu' ha sido clave, ¿no?
Sí. 'Michu' es mi principal valedor. Me conocía del Oviedo y la plantilla la cocinamos entre los dos, aunque evidentemente, él tenía mucho conocimiento de los jugadores de la temporada pasada. Eso hizo que tuviéramos una base sólida sobre la que trabajar. A partir de ahí, yo tenía muy claro el tipo de jugador que buscábamos. Pusimos nombres sobre la mesa y fue muy sencillo trabajar con él. Creo que hemos acertado en la confección de la plantilla.
No hubo ningún cambio en el mercado de invierno, algo muy raro en Segunda B. ¿Fue por los problemas para tramitar nuevas fichas, porque estaba totalmente satisfecho con la plantilla o por ambas?
Por las dos. Nosotros estábamos muy contentos con los jugadores que teníamos, pero siempre puede haber jugadores que no estén contentos con su situación por diferentes motivos. Si se da esa circunstancia y tienes la posibilidad de fichar, valoras en el mercado algún posible cambio que te pueda beneficiar. En este caso, no se dieron ninguna de esas dos circunstancias. Algunos jugadores sí que tuvieron posibilidades de marcharse, pero intentamos que no se marchara nadie porque no podíamos fichar por el conflicto con FIFA. Tuvimos la fortuna de que el grupo estaba a gusto y quería seguir en el proyecto.
La no salida de Juanma fue muy importante, ¿no?
Sí. Además, coincidió con un gran momento de forma. Pero no solo fue el caso de Juanma. Hubo otros jugadores que tuvieron ofertas, incluso de Segunda División, y al final decidieron quedarse. Es verdad que yo cerré la puerta y dije desde el primer momento que con mi autorización no iba a irse absolutamente nadie, pero al final, la última palabra la tienen siempre el club y los jugadores, que tenían que querer quedarse, en cuerpo y mente. Y lo conseguimos. Aquí seguimos todos, en la pelea.
¿Qué saben de la nueva categoría? A día de hoy hay muchas incertidumbres.
Sabemos lo que va llegando a todos. Ahora dicen que si no va a ser profesional y demás. En todo caso, yo creo que hacer una categoría nueva en un año, de un plumazo, es muy difícil. Tiene que haber un periodo puente en el que vayas ajustando todos los aspectos. Pero sí que tiene que ir encaminada hacia la profesionalización, con contratos mínimos, mejora de los campos con césped natural, gestión de derechos televisivos y demás. Si no, todo esto no habría tenido ningún sentido. Yo confío en que poco a poco se vaya haciendo todo esto, pero hacerlo todo en una temporada es muy complicado.
En todo caso, la falta de información está provocando demasiadas dudas, ¿no?
Por supuesto, pero creo que la Federación, en este caso, va tomando las decisiones con prudencia. Yo creo que va a esperar a que se conozcan los 40 equipos que ya formarán parte de la competición para dar toda la información, que estoy seguro de que ya la tienen concretada. Imagínate que anuncian las condiciones para acceso y alguno de los equipos clasificados no llega a cumplirlas. Eso les obligaría a renunciar a la plaza, y si lo hacen durante la competición, sería muy peligroso.
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De momento no se ha terminado de definir la composición del grupo de la segunda fase a la espera de la última jornada en el otro subgrupo. ¿Teme especialmente a alguno de los potenciales rivales?
Es evidente que el favorito absoluto, no solo del otro grupo, sino de toda la Segunda B, era el Deportivo de la Coruña, por lo que si logra entrar finalmente en la segunda fase será un rival temible para cualquiera. Es un equipo que no es de Segunda B por muchas razones, mientras que el resto quizá si lo seamos, sin querer faltar al respeto a nadie. En todo caso, tendremos que esperar al domingo para ver qué nos cae, aunque en realidad nos da igual, ya que sean quienes sean nuestros rivales vamos a salir a competir, y a hacerlo bien.
¿Se esperaba que equipos como Numancia, Racing de Santander, Marbella, Córdoba o Real Murcia se quedaran fuera de la lucha por el ascenso?
La verdad es que sí que esperaba sorpresas. Quien conoce la categoría sabe perfectamente que la Segunda B es muy difícil, y más este año. Con un calendario tan corto es muy difícil recuperarse de una situación difícil. Por ejemplo, estoy absolutamente convencido de que a 38 jornadas, el Deportivo de la Coruña acabaría líder de su grupo. Pero a 18 jornadas, teniendo en cuenta todas las situaciones que se pueden dar, no te da tiempo a remontar. A mí me cuadraba mucho que este año hubiera muchas sorpresas. De hecho, creo que ha habido incluso menos de las que cabría esperar. Por eso, nosotros insistimos mucho en empezar desde el principio muy fuerte.
¿Echa en falta los puntos que volaron frente al Real Valladolid Promesas o el Covadonga en la primera fase?
No. Uno tiene que entender las competiciones. De la misma manera que perdimos esos puntos, ganamos al Numancia aquí en el minuto 93. Al final, las competiciones de regularidad suelen ser muy justas y por norma general, este tipo de situaciones se van compensando a medida que avanza la temporada. Estoy muy satisfecho de haber conseguido 39 puntos. En toda la categoría, sólo el Badajoz y el Ibiza han mejorado nuestros números, y por muy poco, con 41 puntos y 40. Eso es para estar satisfecho entre 102 equipos.
¿Y al público, se le echa en falta?
Es una pena, la verdad. Con el equipo líder, el estadio seguramente estaría lleno, disfrutaría mucha más gente y la ciudad se hubiera vuelto a enganchar al fútbol de manera brutal. Pero las circunstancias son las que son. Prácticamente todo el mundo ha salido perjudicado con una pandemia que nos ha pillado a todos con los pantalones bajados y que nos ha obligado a apañarnos como hemos podido. Lo que tenemos que hacer es ser sensatos e intentar salir de esta. Confío en que la temporada que viene estemos muy cerca de tener una cierta normalidad y ojalá podamos volver a ver El Plantío lleno.
¿En Segunda División?
No lo sé. Lo que sé es que este año se están haciendo bien las cosas, se ha preparado una buena plantilla y hay una dinámica muy positiva. El viento que corre en la ciudad y en el equipo es muy favorable. A partir de ahí, esto es fútbol. Primero nos tenemos que clasificar para el play off y ahí te juegas un ascenso a dos partidos a cara o cruz. En esa situación, te puede salir un mal partido, estrellar tres balones en el poste o que el portero rival esté muy enchufado y no subes. Lo importante no es si sí o si no, sino saber si estás en disposición de hacerlo. Y nosotros estamos en disposición de hacer cosas si seguimos en esta línea.
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