El Burgos golea al ritmo de Juanma

Y eso que pareció saltar más enchufado el Leganés, con las bandas muy abiertas y buscando con insistencia a Palencia. No obstante, aquello fue una mera ilusión. Y es que, el cuadro burgalés tardó apenas unos minutos en hacerse dueño y señor del partido. Calero tuvo que lidiar con las bajas de Grego Sierra, Claudio Medina, Raúl Navarro y Álex Alegría, que se cayó de la convocatoria a última hora por covid. Con esos mimbres y 'Mumo' en el banquillo, el técnico madrileño decidió recuperar la defensa de tres centrales y dos carrileros, con Matos manteniendo en todo momento un perfil muy ofensivo. Y la apuesta le salió a la perfección al entrenador del Burgos CF.

No en vano, sus pupilos saltaron al césped con las ideas muy claras: solidez defensiva, presión asfixiante y transiciones rápidas, con Andy y Elgezabal equilibrando el juego en el centro del campo. Con esa propuesta, y ante un Leganés muy gris en todas sus facetas, poco tardó el Burgos en abrir la lata.

En el 12, Juanma se erigía como el más listo de la clase, aprovechando las dudas de Bruno en un control en el centro del campo para robar la pelota, salir como un cohete, romper la cintura a su par en el borde del área y batir a Villar con un disparo certero.

A partir de ahí, sólo hubo un equipo sobre el campo. Cierto es que el Leganés tuvo suficiente pelota como para plantear problemas, pero en ningún momento dio sensación de peligro, abusando de los balones diagonales, muy fáciles de defender para la zaga burgalesa.

El Burgos estaba anulando totalmente la capacidad de creación de los pepineros, que se sentían muy incómodos para salir con la pelota controlada. La presión de Valcarce, Guillermo y, sobre todo, Juanma estaba siendo decisiva y el cuadro burgalés se crecía por momentos, con internadas de mucho peligro de Matos, uno de los mejores de la primera parte.

Y en esas, llegó el segundo de la tarde. Andy botaba una falta desde el centro del campo y Valcarce se erigía entre la zaga pepinera para ejecutar un cabezazo potente pero centrado. La fortuna se alió con el extremo berciano, ya que Villar, que en un primer momento pareció atajar el disparo con suficiencia, acabó dando un paso atrás y atravesando la línea de gol.

Ese tanto dio aún más alas a los locales, que diez minutos después dejaban el partido visto para sentencia con otro gol de Juanma, que remató a placer en boca de gol tras un jugadón de Matos por la banda.

El Burgos había marcado tres goles en apenas 34 minutos y El Plantío se divertía. No así el puñado de aficionados desplazados desde Leganés, que veían cómo su equipo estaba siendo desmontado sobre el césped. En toda la primera mitad, sólo Javi Hernández y Bárcenas consiguieron inquietar tímidamente a Herrero con dos defectuosos remates. De hecho, el Burgos pudo irse al descanso con una ventaja aún mayor merced a un tremendo zurdazo de Matos desde 30 metros que obligó a Villar a volar para evitar que la pelota se colara por la escuadra.

El escenario no podía ser más positivo para el Burgos, que tras el paso por vestuarios mantuvo su idea de juego, aunque contemporizó algo más en la presión ante un Leganés que salió en busca de la épica. Nafti revolucionó el equipo con la entrada de Bustinza, Quintillá y Sabin, ganando presencia en el centro y en la zona de ataque.

Sin embargo, el planteamiento del técnico del Leganés se iría al traste minutos después. Y es que, en el 59, el conjunto madrileño se quedaría con diez tras la expulsión de Bustinza por doble amonestación. El jugador vizcaíno no estuvo ni 20 minutos sobre el terreno de juego.

Los problemas del Leganés, sin embargo, no se quedaron ahí. Y es que, en el 73, Perea, que acababa de salir al terreno de juego, se tenía que retirar lesionado. También Córdoba tuvo que retirarse tras sufrir una conmoción en un fuerte encontronazo con Bautista.

Sea como fuere, ante ese cúmulo de circunstancias, poco más pudo hacer el conjunto pepinero, que ya no tuvo opción ni siquiera para la épica. Lejos de ello, Juanma redondeaba su magnífica actuación en el 76, cabeceando en boca de gol un buen centro de Matos. Ovación totalmente merecida cuando Calero decidió retirar al sevillano del terreno de juego.

Si quedaba algún atisbo de duda, el cuarto terminó de sentenciar el choque para el Burgos, que incluso pudo marcar el quinto en la recta final hasta en tres ocasiones. En la primera, Palencia le rebañó a Guillermo un pase de la muerte en boca de gol; en la segunda, Villar atajaba un cabezazo a bocajarro de Elgezabal; y en la tercera, el árbitro anulaba un tanto a Guillermo por mano previa.

La fiesta, en definitiva, fue total, con un Plantío disfrutando como en las grandes citas. El Burgos continúa mostrándose intratable en su feudo y ya suma 32 puntos. Sólo quedan 18 para los 50 que hipotéticamente marcarán la salvación.