El Burgos CF compra billete para seguir soñando

Fueron los de Víctor Fernández los que salieron mejor plantados sobre el verde. Con el cambio de esquema (4-2-3-1) buscaba el técnico maño abrir espacios en el entramado defensivo burgalés. Y en los primeros minutos le sirvió la estrategia. Así, la primera ocasión de peligro llegó del lado zaragocista. Maikel Mesa se la dejó a Germán Valera que, desde la izquierda, remató al lateral de la red cuando parecía que iba a poner en peligro a Caro.

Tras esta primera oportunidad llegaron minutos de tanteo en los que los dos equipos trataron de tomarse la medida. El juego se desarrolló en el centro del campo y sin ocasiones para ninguno de los dos equipo. El Real Zaragoza volvió recolocar sus líneas y el dibujo varió a tres defensas.

Lo intentaron los maños, de nuevo en los pies de Maikel Mesa, que se coló entre la zaga burgalesa y remató de cabeza un balón que se fue lejos de los dominios de Caro. El partido se estaba volviendo lento, pesado y con muchos balones en el medio campo que no llegaban a ningún sitio. Hasta que apareció Joni Montiel.

Fue él quien destapó el tarro de las esencias. Él se lo guisó y él se lo comió. Condujo el balón por la banda izquierda y la defensa maña cometió el error de dejarle libre el carril central. Montiel se colocó entonces en el centro de la frontal de área, cargó la pierna izquierda y fusiló sin piedad a Cristian, que no pudo hacer nada por detener el lanzamiento. Un destello de calidad para que el Burgos CF se pusiera por delante.

El partido siguió pesado, con poco ritmo y mucho centrocampismo, pero sin grandes oportunidades. Azón tuvo un disparo muy potente que se marchó rozando la escuadra derecha de la portería defendida por Caro y Fran Gámez se le dejó a Toni Moya, pero no consiguió anotar.

Parecía que el partido se iba a marchar al descanso con la ventaja visitante, pero los dos minutos de añadido tuvieron mucha miga. Primero un lanzamiento al larguero de Adrián Liso, que disparó desde el lateral del área con rosca para estrellarla en el palo. En el rebote de esa jugada se inició la jugada del gol del empate.

Después de ese disparo, el balón cayó en tres cuartos de campo. Toni Moya la recogió para disparar duro desde la frontal del área, Jaume Grau, dentro del área, intentó controlar, pero la fuerza del tiro hizo que no pudiera. Sin embargo, ese toque desvió la trayectoria del esférico que se coló en la portería defendida de Caro sin que el cancerbero blanquinegro pudiera rectificar su posición.

Sin tiempo para más, el partido se fue al descanso con tablas en el marcador y poco juego sobre el césped.

Tras la reanudación, el Burgos CF necesitó 20 segundos para volver a colocarse por delante. Fer Niño le puso el balón a Curro que, como Montiel, remató con la derecha desde la frontal del área. Y como pasara en el gol del Zaragoza el balón tocó en Mouriño para desviar mínimamente el balón y descolocar a su portero que no pudo parar el lanzamiento de Curro.

Con el segundo del Burgos, El Real Zaragoza volvió a hacerse con el control de la posesión, pero no consiguió crear suficiente peligro. Los blanquinegros estaban cómodos en el partido y no estaban pasando apuros en defensa, a cambio, podían correr al contraataque buscando los huecos que dejaban los maños buscando la portería de Caro.

La encontraron en los pies de Maikel Mesa, que recibió el balón de Azón para lanzar con fuerza desde el lateral del área, pero Caro se estiró para detener el esférico. Tuvo que volver a emplearse a fondo Caro, tras una jugada de Ivan Azón.

El momento más crítico del encuentro llegó en el minuto 70, cuando saltaron todas las alarmas en La Romareda. Mumo y Elgezabal saltaron a despejar un balón de cabeza y, en el aire, se golpearon duramente. Antes de que cayeran al suelo Maikel Mesa ya estaba pidiendo la entrada de las asistencias al campo. El partido se detuvo más de 10 minutos para atender a los jugadores burgaleses. Mumo fue sutituido con un vendaje en la cabeza y Elgezabal, con un vendaje más llamativo aún, siguió en el terreno de juego.

Tras reanudarse de nuevo el juego, ambos equipos intentaron imprimir más intensidad y velocidad. Fue en el 82 cuando volvió a moverse el marcador. El 1-3 que parecía definitivo. Álex Sancris aprovechó un resbalón de Francés que le permitió colocarse delante de Jair, regatearle y batir a Cristian Álvarez. El balón tocó primero un palo, después el otro y entró en la portería.

El añadido del encuentro fue como una tercera parte del encuentro. Once minutos decretó el árbitro para que el Real Zaragoza intentase recortar distancias y el Burgos certificara la victoria. Los maños pusieron en aprietos a Caro, pero no suficiente para superarle y los tres puntos vuelan de nuevo hasta la capital del Cid para seguir soñando, una semana más, que se puede alcanzar el play off.