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Undabarrena cuajó un gran choque. Sergio Martínez

El Burgos CF recupera la sonrisa

El cuadro blanquinegro vuelve a la senda del triunfo tras golear al Calahorra, que se quedó con diez en el minuto 60 | Los nuevos fichajes dan un plus al equipo, que firma un buen partido

Domingo, 2 de febrero 2020, 19:09

Borrón y cuenta nueva. El Burgos CF recuperó hoy la sonrisa tras imponerse con solvencia al Calahorra en un partido en el que los hombres de Salmerón dieron un paso al frente, siendo superiores a su rival en todas las facetas del juego, algo ... que se había convertido casi en una utopía con el paso de las jornadas.

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CD Calahorra

Robeerto; Morgado, Cristian, Mikel Santamaría, Alberto, Marquez; Jorge Fernández (Celorrio, min.80), Kamal; Ander (Gonzalo, min.63), José Ramón; y Chacopino (Miguel Díaz, min.73).

0

-

3

Burgos CF

Pedro López; Julio Rico, Undabarrena, Córdoba, Lobato (Pere Martínez, min.76); Cerrajería, Miki Muñoz; Borja Sánchez, Alarcón (Pisculichi, min.71), Raúl Sánchez (Indiano, min.86); y Juanma.

  • Goles: Goles: 0-1, min.13: Raul Sánchez; 0-2, min.83: Raúl Sánchez; 0-3, min.89: Juanma.

  • Árbitro: Fernández Buergo (Colegio Asturiano). Expulsó a Morgado por roja directa (min.60). También mostró tarjeta amarilla a Cristian Márquez, Chacopino y José Ramón por el Calahorra y a Miki Muñoz, Alarcón y Raúl Sánchez por el Burgos CF.

  • Incidencias: Partido correspondiente a la vigésimo tercera jornada del Grupo II de la Segunda División B disputado en el estadio de La Planilla.

Hacía falta un punto de inflexión y los dirigentes blanquinegros han echado el resto en el mercado de invierno. Y parece que la apuesta ha salido bien. Al menos de momento. Y es que, más allá del resultado, balsámico por lo abultado del marcador, el equipo necesitaba volver a sentirse superior, y la llegada de hombres como Cerrajería, Miki Muñoz, Alarcón o Lobato ha dado un plus al grupo.

Su incorporación, además, permitió a Salmerón abandonar el sistema de tres defensas y dos carrileros y apostar ante el Calahorra por una línea de cuatro defensas, con Cerrajería ejerciendo de director de orquesta en el centro del campo.

Con ese plantel sobre el césped de La Planilla, el Burgos asumió el mando de la pelota desde el primer minuto e impuso el ritmo que quiso al partido, hilvanando transiciones entre líneas y conservando la posesión con paciencia. Los jugadores blanquinegros triangulaban y abrían el juego hacia las bandas, donde hombres como Borja o Raúl Sánchez se movían con comodidad. Cuán necesario era que ambos regresaran a su hábitat natural.

De hecho, ellos dos fueron dos de los grandes protagonistas de los primeros minutos, en los que el Burgos se asomó al balcón del área en varias ocasiones. Cierto es que los acercamientos eran aún muy tímidos, pero el equipo del Arlanzón controlaba a su antojo ante un Calahorra que dejaba hacer.

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Y así llegó el primer gol. Tras una transición muy masticada, Raúl Sánchez recibió un regalo en la frontal del área y se sacó de la chistera un zapatazo seco y ajustado al palo ante el que Roberto poco pudo hacer.

Apenas habían pasado 13 minutos y el Burgos no solo iba ganando; además estaba dejando buenas sensaciones sobre el terreno de juego. Sin embargo, poco tardaría el Calahorra en despertar. Y es que, a raíz del tanto blanquinegro, los de Sola dieron un paso al frente, imprimiendo más presión sobre la salida de balón del Burgos y anulando la capacidad ofensiva rival. Fruto de esa presión, el cuadro riojano comenzó a carburar, y hombres como José Ramón, Chacopino o el ex blanquinegro Jorge Fernández empezaron a encontrarse.

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El propio Fernández pudo empatar en el 19 con un gran disparo cruzado desde la frontal que se envenenó, obligando a Pedro López a enviar el balón saque de esquina. Comenzó entonces una etapa del partido en la que el Burgos sufrió. Y mucho. En apenas diez minutos, el Calahorra dispuso de hasta tres saques de esquina y una falta lateral en los que se mascó el peligro. Pero el Burgos aguantó estoico, con un gran Undabarrena como líder de la zaga.

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A raíz de ese capítulo, el cuadro burgalés volvió a serenarse, asumiendo de nuevo el protagonismo perdido. Eso sí, la falta de contundencia se dejó sentir y en el 39, los de Salmerón desaprovecharon una doble ocasión clarísima para poner distancia en el marcador. En una jugada casi rocambolesca, ni Alarcón ni Borja acertaron a encontrar portería con sendos remates demasiados tímidos.

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También Undabarrena pudo abrir brecha con un postrero disparo cruzado que se estrelló en el lateral de la red. Sin embargo, el Burgos seguía ganando. Y así se marchó al descanso.

La renta era mínima y el Calahorra regresó de vestuarios con ánimo de hincar el diente al cuadro blanquinegro, pero volvieron a ser los hombres de Salmerón los que más y mejor lo probaron. De hecho, en el 55, Juanma estrelló en el palo un remate a la salida de un saque de esquina botado en corto a la perfección.

El poste dio alas al Calahorra, que en los siguientes minutos intentó despojarse de la presión blanquinegra a base de juego entre líneas y a balón parado. Pero todo cambió radicalmente en el 60, cuando el árbitro expulsó a Morgado por un agarrón a Juanma cuando éste ganaba la posición en un buen contragolpe. El partido acababa de ponerse de cara para el Burgos, que a partir de entonces se tranquilizó, contemporizó y terminó de sentenciar el choque.

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Sentencia

Lo hizo sin prisa, controlando la situación, gestionando bien los intermitentes envites rivales y aprovechando los espacios al contragolpe. De nada sirvieron los cambios del Calahorra. El partido parecía ya decidido. Y es que, a diferencia de otros choques anteriores, el 0-2 estuvo siempre más cerca que el empate. Y al final, llegó.

En el 82, Raúl Sánchez aprovechaba una magnífica triangulación en el balcón del área para plantarse solo en zona peligrosa y batir a Roberto con un disparo cruzado perfectamente ejecutado. Lo dicho. Cuán necesario era que el futbolista madrileño regresara a su hábitat natural.

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El partido ya estaba sentenciado, pero aún así el Burgos quería más. Lo necesitaba. Sobre todo tras haber sido víctima de varias goleadas en los últimos meses. Pisculichi pudo poner el tercero con un disparo desde su casa que obligó al cancerbero calagurritano a estirarse para mandar el balón a córner y el propio Raúl Sánchez pecaba de egoísta en una ocasión clarísima en la que otros dos compañeros llegaban en mejor posición.

Sin embargo, acabó siendo Juanma quien marcara el tercero con un remate a placer desde el punto de penalti a pase de Miki Muñoz.

0-3 y aplausos de los seguidores blanquinegros desplazados a tierras riojanas, que ven cómo su equipo sale de la posición de play out. Habrá que ver si estamos ante un cambio de tendencia o ante una victoria meramente coyuntural.

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