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El 5-0 recibido por el Burgos CF el sábado en el Tartiere ante el Real Oviedo, además de ser la goleada más abultada en la Segunda División en las últimas décadas, es una evidencia de la debilidad en defensa que sufre desde el inicio ... de la competición. Hasta la jornada de este sábado, la 27, el equipo de Bolo ha encajado 37 goles, dos más que en toda la temporada pasada, cuando aún quedan por disputar 15 partidos.
Las estadísticas reflejan que el Burgos CF encaja 1,37 goles por partido, cuando en la pasada temporada recibió 35 goles en 42 partidos, es decir 0,83 por cada enfrentamiento. En la 21-22 fueron 41 tantos en 42 partidos, 0,98 de media.
Los números son incontestables. Reflejan una debilidad defensiva impropia de una línea de retaguardia similar en las dos últimas campañas. La tripleta Córdoba, Grego Sierra, Elgezabal, que se han repartido los tres últimos cursos el centro de la defensa, este año se ha mostrado mucho más vulnerable que en ocasiones precedentes.
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Ruth Rodero
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Y los fallos defensivos se hacen más evidentes si se comparan estos datos con los lanzamientos a puerta de los rivales. En la campaña 21-22, los equipos que se enfrentaron al Burgos CF tiraron a puerta en 573 ocasiones, poco más de 13 tiros en cada partido; en la 22-23, 558, con una media similar; en la actual temporada le han disparado 341 veces, 12,6 ocasiones por partido.
Sin embargo, la intensidad defensiva esta temporada es mayor. El Burgos realiza 6,67 faltas por partido, cuando en las dos últimas campañas fue de 6, la anterior y 5,9 la precedente.
La realidad es que el sistema de juego de Jon Pérez Bolo se parece muy poco al de Julián Calero. El madrileño buscaba construir su juego desde la defensa. El vizcaíno es más atrevido y más vertical, lo que lleva a descuidar en algunos momentos las facetas defensivas. Sin embargo, la mayor parte de los goles que ha encajado el Burgos CF tienen su origen en errores graves, no tanto de colocación sobre el terreno de juego, sino de concentración.
Esta temporada, al Burgos CF le han señalado ya los mismos penaltis en contra que en la temporada pasada, cinco; dos más que 27 partidos que los tres de toda la temporada 21-22.
En su vuelta al fútbol profesional nunca había recibido una goleada del calibre del 5-0 en el Tartiere fuera de El Plantío. Esta campaña, el Real Valladolid y el Real Racing vencieron a los burgaleses por 3-0 en Zorrilla y en los Campos de Sport de El Sardinero. Y la campaña anterior, el Tenerife, que luchaba por entrar en la fase de ascenso, endosó un 4-0 al entonces equipo de Calero.
En la temporada 19-20, fue un modesto equipo vizcaíno como el Leioa el que venció también por 5-0 al Burgos CF. Aquel partido un punto de inflexión para aquel equipo de Salmerón. Sólo repitió el sábado de aquella derrota Córdoba que vivió aquel desastroso partido en Sarriena.
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