El Burgos CF exhibe su pegada en el Cartagonova

El partido se puso de cara para los intereses burgaleses a las primeras de cambio. Y es que, a pesar del buen arranque del Cartagena, que nada más empezar probó los reflejos de Caro con un latigazo desde lejos que se marchó desviado por poco, un destello de calidad de Bermejo permitió al Burgos abrir el marcador. Apenas se habían disputado cinco minutos de partido cuando el extremo catalán cazaba en el pico del área un magnífico cambio de orientación de Sancris, recortaba hacia adentro y dibujaba un disparo al segundo palo. La pierna de un defensor se metía entre medias y desviaba la pelota lo justo para que superara a Marc Martínez, se estrellara en el palo y se colara en la portería.

Ese -algo afortunado- golazo acabó condicionado el choque, toda vez que obligó al Efesé a variar su propuesta de juego y el choque se abrió a las primeras de cambio. Así, desde los primeros compases, unos y otros se enzarzaron en una bonita pelea, con alternativas en ambas áreas, pero que el Cartagena acabó dominando.

Los hombres de Calero, que se reencontraba con su exequipo, adelantaron líneas de presión y adoptaron un estilo más vertical para hacer daño a un Burgos perfectamente replegado y preparado para salir a la contra. Fruto de ese planteamiento, el Efesé comenzó a pisar área con cierta regularidad, pero ni Laurato ni Ortuño consiguieron encontrar el camino del gol. Casi lo consigue este último en el 32, tras controlar dentro del área y enganchar un buen zurdazo en plena caída que acabó estrellándose en la cepa del poste con Caro ya superado.

Aquella fue, sin duda, la mejor ocasión del Cartagena en la primera parte, pero no la única. Y es que, durante los últimos compases del primer acto, el Burgos tuvo que dedicarse a achicar balones y probar fortuna con desplazamientos largos que no fructificaron.

El Cartagena mandaba sobre el césped y el Burgos en el marcador, lo que hacía prever un segundo tiempo interesante. Un segundo tiempo que acabaría encumbrando a un Burgos mucho más ambicioso a medida que avanzaban los minutos. De hecho, apenas se habíann disputado un par de minutos del segundo acto cuando el árbitro anulaba con razón un gran gol de cabeza de Fer Niño por un ajustado fuera de juego del delantero.

Aquella ocasión pareció servir de aviso para el Cartagena, que fue desinflándose poco a poco sin que Calero consiguiera encontrar el antídoto. Bien es cierto que Luis Muñoz pudo igualar el choque con un gran disparo lejano que se marchó demasiado cruzado, pero lo cierto es que el Burgos acabaría haciéndose dueño y señor del encuentro. Al menos durante los momentos decisivos del mismo.

Poco a poco, los de Bolo asumieron el control de la pelota, imprimieron el ritmo que querían, abrieron el campo en busca del hueco y buscaron con insistencia las segundas jugadas. Ese ímpetu se transformó en un dominio absoluto y las ocasiones se sucedieron. Curro probó fortuna con un gran disparo desde la frontal que se marchó alto por poco y, tres minutos después, Bermejo engatillaba un mal despeje del Efesé para firmar su particular doblete.

El segundo tanto del catalán terminó de encender al Burgos, que durante los siguientes minutos protagonizó un auténtico asedio sobre la portería de Marc Martínez. Un asedio que culminaba en el 71 José Matos, que cazaba otro balón muerto y lo mandaba a la red con un disparo desviado por un defensa.

El 0-3 fue una losa. Y eso a pesar de que el Efesé lo intentó, más con el corazón que con la cabeza, durante los últimos compases del choque. Unos minutos en los que el Burgos ralentizó las pulsaciones y dio entrada a jugadores de refresco con la vista puesta ya en el partido de entre semana.

Al final, una goleada a domicilio que refuerza, y mucho, al equipo en el aspecto meramente deportivo en una semana que se antoja clave en lo institucional a raíz de la posible venta del club.

La única mala noticia fue la lesión de Fer Niño, que tuvo que retirarse con evidentes muestras de dolor durante la segunda parte y cuya dolencia aún no ha sido diagnosticada.