El Burgos CF destituye a Jon Pérez Bolo

Punto y final a la etapa de Jon Pérez Bolo en el banquillo del Burgos CF. El club ha comunicado a última hora de esta mañana la destitución del entrenador vasco, que ha sido presa de la mala racha que acumula el equipo en las últimas semanas.

Tras la derrota cosechada ayer en el Martínez Valero, son ya seis los partidos consecutivos sin conocer la victoria, con cuatro derrotas y dos empates que han echado por tierra el buen arranque liguero firmado por el equipo.

Esa circunstancia, sumada a las dudas generadas por el juego en este último mes, ha sido decisiva para que el club haya apostado por cesar a Bolo y su cuerpo técnico, a quienes han agradecido, no obstante, la «profesionalidad y desempeño demostrados» desde que se hicieron cargo del equipo en el verano de 2023.

A la espera de encontrar sustituto para el banquillo de El Plantío, será la Dirección Deportiva, encabezada por Michu y Fosky, la encargada de asumir sus funciones.

Bolo llegó al club del Arlanzón en el verano del año pasado con el difícil objetivo de suplir la marcha de Julián Calero, que tras tres temporadas había dejado una huella indeleble en Burgos, con un histórico ascenso a Segunda y un buen rendimiento en las dos primeras temporadas tras el regreso al fútbol profesional.

Tras la marcha de Calero, Michu decidió apostar por Bolo, cuya hoja de servicios presentaba un buen perfil. Con el técnico vasco ya en el banquillo, el Burgos firmó la temporada pasada su mejor clasificación desde el retorno a Segunda, mejorando los guarismos de la etapa de Calero, si bien, no pudo luchar por el play off.

Los pésimos resultados cosechados fuera de casa contrastaron con la fortaleza del equipo en El Plantío, donde fue un rival temible durante casi toda la campaña. Esa circunstancia, sumada a un bajón de rendimiento en las últimas semanas, impidió que el conjunto blanquinegro luchara a final de temporada por cotas más altas.

Con la llegada de Marcelo Figoli a la presidencia del club, a lo largo del pasado verano se llegó a barruntar la posibilidad de que Bolo no continuara en el equipo a pesar de tener todavía un año de contrato. Sin embargo, la apuesta de la Dirección Deportiva se mantuvo firme y el entrenador vasco permaneció en el equipo, cuyo objetivo, según el propio Figoli, pasaba por luchar precisamente por el play off.

Y lo cierto es que el equipo comenzó la temporada como un tiro. En las seis primeras jornadas, el conjunto blanquinegro se acomodó en la zona noble tras cosechar 13 puntos. A partir de ahí, no obstante, comenzó la caída libre.

El empate en casa frente al Granada fue la primera piedra de toque para un equipo que en las últimas seis jornadas ha sido incapaz de ganar, anotando apenas tres goles y recibiendo nueve. Cierto es que la acumulación de partidos y, sobre todo, las lesiones de varios jugadores clave han lastrado el rendimiento del equipo en estas semanas, pero la derrota de ayer frente al Elche en un partido en el que la imagen del Burgos en la primera parte fue muy pobre ha acabado por dictar sentencia.

El propio Bolo reconocía tras el encuentro que la situación era complicada y que conocía perfectamente su profesión, sujeta como pocas a los resultados inmediatos, si bien, aseguraba sentirse con fuerzas para mantenerse al frente del equipo.

Ahora, una vez decidida la destitución de Bolo, que no es la primera -ni seguramente la última- de la temporada en la Liga Hypermotion, El Burgos está en busca de sustituto. Son muchas las opciones que tiene sobre la mesa el club, pero por el momento no hay confirmación alguna al respecto.