El Burgos CF, ante su temporada más ambiciosa e incierta

El próximo domingo, el cuadro burgalés arrancará una nueva aventura en Segunda B. Lo hará en un contexto bien distinto al de las últimas temporadas, pero con el mismo objetivo sobre la mesa: el ascenso a Segunda División. Esa es la meta que se impusieron los Caselli cuando arribaron a Burgos y con ese espíritu se afronta una temporada que se antoja complicada y plagada de incertidumbres. No en vano, la pandemia sigue condicionando todos los aspectos de la vida cotidiana y el fútbol no es ajeno a esa realidad.

De hecho, la suspensión antes de tiempo de la pasada temporada ha obligado a la Federación a articular un nuevo sistema de competición. Esa, sin duda, es la novedad más importante de este año. Básicamente, el Burgos se jugará buena parte de sus aspiraciones en una primera fase con otros nueve equipos entre los que destacan rivales como el recién descendido Numancia o la siempre temible Cultural Leonesa. También destaca en ese subgrupo filiales siempre competitivos como el del Real Valladolid, el del Real Oviedo o el del Sporting de Gijón.

En todo caso, el objetivo en esa primera fase pasa sí o sí por clasificarse entre los tres primeros, lo que da acceso a la lucha por el ascenso a Segunda División o, en su defecto, una plaza segura para la categoría puente que se creará la temporada que viene entre Segunda y Segunda B.

Para afrontar ese objetivo, en todo caso, el equipo blanquinegro ha construido un proyecto deportivo que a priori se antoja muy sólido, comandado por Julián Calero, que se hizo cargo del equipo en verano tras la conflictiva rescisión de Salmerón.

A partir de ahí, la Dirección Deportiva, encabezada por 'Michu', ha confeccionado una plantilla de garantías, en la que destaca la continuidad de buena parte del bloque que más alegrías ofreció a la afición en la segunda mitad de la pasada campaña y la llegada de jugadores de calidad contrastada.

Así, permanecen en el equipo Aitor Córdoba, Ryan Leak, Rubén Lobato, Galder Cerrajería, Miki Muñoz 'Mumo', Leo Pisculichi, Roberto Alarcón, Eneko Undabarrena y Juanma García. Inicialmente, también iba a continuar en el proyecto Borja Sánchez, pero el delantero acabó rescindiendo el contrato por motivos familiares y se embarcó en el Sanse.

Con esa base ya asentada, el club ha ido cerrando fichajes a lo largo de los últimos meses con el claro objetivo de construir una plantilla experimentada y de calidad contrastada. El primero en llegar fue Marcelo 'Trapito' Barovero. El veterano portero, campeón de la Copa Libertadores, entre otras, se enroló en el proyecto blaquinegro tras rechazar varias ofertas del fútbol mexicano y argentino. Sin duda, su trayectoria le sitúa como uno de los mejores porteros de la categoría. Junto a él, en la portería estará Óscar López, que llegó casi al filo del cierre del mercado procedente del Tudelano.

Durante los meses de verano también llegaron a la disciplina blanquinegra los defensas Álvaro Rordíguez, Raúl Navarro y Míchel Zabaco, que regresa a su ciudad natal tras ser un jugador fundamental en los equipos donde ha jugado. Tiempo después se cerraba el fichaje de Unai Elguezabal, que ponía la puntilla a una defensa de garantías que durante la pretemporada ha dejado muy buenas sensaciones sobre el verde.

Sensaciones más frías ha dejado, de momento, la apuesta ofensiva. Y es que, a pesar de los quilates que se han puesto sobre la mesa, el equipo se ha visto lastrado por la falta de pegada en los últimos amistosos. Sin embargo, la confianza del cuerpo técnico en los recién llegados Claudio Medina, Saúl Berjón, Guillermo Fernández y Javi Gómez es total. No en vano, todos ellos han llegado a orillas del Arlanzón con un espectacular bagaje previo.

A todos ellos se les suman varios jugadores del filial que también han dejado muy buenas sensaciones durante la pretemporada. Quizá, el caso más claro sea el de Iago, que ha entrado en todas las convocatorias y ha marcado dos goles.

Sea como fuere, la suerte está echada. No habrá tiempo para muchos más cambios antes durante una primera fase en la que los errores se penalizarán, y mucho. Con un calendario tan corto, cualquier tropiezo a las primeras de cambio puede ser fatal. De momento, el próximo domingo a las 11:30 horas, el cuadro burgalés ya tiene concertada su primera cita de la campaña en los Anexos del José Zorrilla frente al Real Valladolid Promesas. Que el balón eche a rodar.