El Burgos se deja dos puntos ante el Amorebieta

El duelo llegaba totalmente condicionado por la covid-19, que había dejado a los dos equipos casi en cuadro. De hecho, el conjunto burgalés tuvo que arrancar el choque sin director de orquesta. Julián Calero, uno de los afectados por la enfermedad tras el regreso de vacaciones, tuvo que ver el partido desde su casa, dando instrucciones a su cuerpo técnico de manera telemática. También tuvieron que ver el choque desde sus casas Ernesto, Álvaro Rodríguez, Riki y Zabaco. A todas esas ausencias se sumó la baja de última hora de Raúl Navarro, con molestias estomacales.

Con ese plantel, el cuerpo técnico del Burgos ni siquiera fue capaz de completar la convocatoria y tuvo que tirar de imaginación para diseñar el once, con tres centrales y toda la banda diestra para Pablo Valcarce. Sin duda, un once de circunstancias para enfrentarse a un Amorebieta que tampoco pudo completar su convocatoria por la covid.

Con todos esos condicionantes y ante un Plantío con una magnífica entrada, el Burgos comenzó dominando. Y mucho, además. 'Mumo' y Elgezabal se hicieron desde el primer minuto con el control del centro del campo, mientras Guillermo, Valcarce y, sobre todo, Juanma se movían entre líneas como pez en el agua. Gran partido del delantero andaluz en su regreso a la titularidad.

Ya en el minuto tres, el árbitro tuvo que acudir al VAR para revisar un posible penalti sobre Juanma que se quedó en nada, y dos minutos después, Guillermo firmaba la primera gran ocasión del choque con un cabezazo a la salida de un córner que se fue fuera por poco.

El Burgos tocaba, movía la pelota con criterio y percutía sobre el área rival ante un Amorebieta totalmente superado. Los acercamientos se sucedían y todo hacía indicar que el primero de la tarde llegaría pronto. Y así fue. En el 14, y después de que el árbitro anulara un gol de 'Mumo' por fuera de juego previo de Juanma, Guillermo adelantaba al Burgos. Lo hacía tras recibir un milimétrico pase en profundidad de Juanma y superar a Marino en el uno contra uno.

Aquellos estaban siendo los mejores minutos de un Burgos netamente superior a su rival y los hombres de Calero aprovecharon para hacer sangre, de nuevo, gracias a Juanma. El delantero sevillano robaba un balón en la banda, combinaba con Guillermo y posteriormente filtraba otro pase excelso ante la llegada en segunda línea de Valcarce, que no perdonaba y ponía el 2-0 en el marcador.

El Plantío se estaba divirtiendo con su equipo, que estaba dominando en todas las parcelas del campo a un Amorebieta maniatado e incapaz de hilvanar más de tres pases seguidos. No obstante, el cuadro vizcaíno acabaría desperezándose echando mano del balón parado, una de sus principales armas. Así, tras el vendaval blanquinegro de los primeros compases, los de Vélez comenzaron poco a poco a ganar metros. Y acabarían haciendo daño.

Guruzeta avisó a la parroquia local en el 32 con un disparo en el segundo palo que se fue fuera por muy poco. Y dos minutos después, Obi recortaba diferencias cabeceando en el segundo palo un magnífico saque de esquina. El Amorebieta acababa de meterse de nuevo en el partido y ganaba en confianza ante un Burgos que fue de más a menos a medida que avanzaba el encuentro y que por momentos se encomendó a Caro. Y es que, el cancerbero cedido por el Real Valladolid se erigió como protagonista del choque durante un buen puñado de minutos, anulando tres ocasiones muy claras de Obi, Zarrabeitia y Guruzeta.

Tras el paso por vestuarios, el Amorebieta salió mucho más enchufado, jugando en campo rival y marcando el ritmo del encuentro. El Burgos, por su parte, replegaba velas e intentaba reencontrarse con su juego. Pero fue en vano. El choque había cambiado ya definitivamente de signo y era el cuadro vizcaíno el que mandaba sobre el césped.

De hecho, amén de un gol de Guillermo anulado por fuera de juego y un lanzamiento escorado de Valcarce, el Burgos apenas propuso más juego ofensivo en toda la segunda mitad, mientras el Amorebieta encadenaba acercamientos de peligro. Es más, Mikel Álvaro perdonaba el empate en el 70, mandando fuera un remate en boca de gol.

Quien no perdonó fue Obi. Tras un par de ocasiones, el cuadro vizcaíno robaba en la medular y ponía el balón en el área. El despeje del Burgos CF le caía franco al delantero, que se inventaba un zapatazo directo a la escuadra. Caro, en esta ocasión, no pudo hacer nada.

Corría el minuto 80 y, a pesar de que todavía quedaba un mundo, el partido acabó por decidirse. Eso sí, el Burgos llegó a sufrir, ya que los últimos compases se jugaron más en su campo.

En todo caso, el cuadro burgalés suma un punto más en su casillero. Ya son 29. Quedan 21 para alcanzar el teórico objetivo de la permanencia.