Diego, de Colombia; Emmanuel, de Ghana; y Mario, de Cuba, nos cuentan cómo pasan las navidades en Burgos. Aythami Pérez Miguel

Tradiciones de Navidad de tres migrantes en Burgos

Tres migrantes residentes en Burgos nos cuentan cómo pasan estos días, cómo se celebra la Navidad en sus países, si continúan aquí con alguna de ellas y qué es lo que más extrañan. Nos transportan así a Cuba, Colombia y Ghana

Lunes, 1 de enero 2024, 09:07

Cuando llega diciembre, los hogares, las plazas y las calles de Burgos se engalan con los adonros navideños. Cenas y comidas en familia o con amigos, cotillones, árbol de Navidad, belenes… Estas son nuestras tradiciones, pero cómo viven estos días los migrantes que residen en ... Burgos.

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Burgos Acoge está en contacto, ayuda y acompaña a los migrantes de la provincia. Gracias a la asociación hemos tenido la oportunidad de charlar con Mario, Diego y Emmanuel: un cubano, un colombiano y un ghanés. Ellos nos han relatado sus experiencias, cómo ver las tradiciones españolas, qué les sorprende, qué echan de menos, cómo se vive en su país y cómo pasan estos días lejos de su hogar y de las personas que fueron su hogar en sus países.

La población migrante tiene un peso crucial en Burgos, no solo por la riqueza cultural, también porque han sido las personas migrantes las que han hecho posible que la provincia burgalesa recuperase población durante el 2022. La población de Burgos creció en el 2022 un 0,7%. El 1 de enero de 2023 contaba con 357.370 habitantes, 2.524 más que un año antes. Este crecimiento se sostiene totalmente con el incremento de la llegada de migrantes, una tendencia que recuperó el ritmo de los años previos a la crisis de 2008.

Cuba

Mario Luiz Nurquez Dávila

Cuba

Mario Luis Nurquez Dávila es cubano y lleva cinco meses en España, «desde el primero de agosto estoy en Burgos». Se encuentra en proceso de regularizar su situación migratoria y para ello se apoya en Burgos Acoge y en sus planes de orientación y formación, tanto jurídica, como didáctica y profesional.

Esta será la primera Navidad que pasará en España y la experiencia para él es totalmente nueva. «Todo el diseño, la decoración, las festividades en la calle, el compartir con la familia. Todo es magia», reconoce.

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Para comprender esta sorpresa constante que viven Mario y su esposa, hay que entender cómo es la Navidad en Cuba y la idiosincrasia de un país tremendamente interesante. Fidel Castro se convirtió en un perseguidor de la Iglesia después de asumir el poder en Cuba en 1959. Casi 40 años después, sin embargo, inició un acercamiento que terminó con el Vaticano como uno de los mediadores en las relaciones entre Cuba y Estados Unidos.

Un país 'sin Navidad'

Mario explica que, en Cuba, la Navidad se vino a instaurar a partir de la visita del Papa Juan Pablo II en los años noventa. La visita del Papa, realizada en enero de 1998, era la primera visita de un Papa a Cuba. Los cubanos en el país eran un grupo reducido que habían conservado el culto en un ambiente adverso y, en ocasiones, hostil. Con el triunfo de la revolución muchas personas seguían teniendo miedo de frecuentar los templos.

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«Antes de esa visita, la Navidad no existía como festividad declarada. A raíz de esa visita, la sociedad cubana fue incorporándose a las celebraciones navideñas, pero, aun así, se celebra con características diferentes. En Cuba es más personal, más familiar, no a nivel social como aquí con exhibiciones, luces, decoración, aunque sí se pone ya el árbol», explica Mario.

Por eso, para él todo es nuevo, «es magia». «No conocía cómo era aquí en España, me habían contado más o menos cómo se celebraba, pero no lo había experimentado. Así que mi esposa y yo hemos aprovechado y participado en muchas de las actividades. Ha sido una experiencia nueva y hemos descubierto toda la decoración de la ciudad, el belén monumental».

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Pero lo que más le llama la atención es ver cómo estas fechas se convierten en momento de compartir con la familia, «es un lujo ver a bebitos y personas mayores, a toda la familia disfrutando. La alegría con la que se vive es algo bonito».

Lo político el 1 de enero

La Nochevieja y el Año Nuevo también están marcados en Cuba por la política. Se toma la madrugada del 31 de diciembre al 1 de enero de 1959 como la fecha en la que triunfó la revolución cubana, dejando atrás la dictadura de Fulgencio Batista. Por ello, Mario explica que el cambio de año se celebra en las casas, pero «en el caso de nosotros no tiene mayor connotación, la tradición no tiene esos matices, es más a nivel interno la celebración porque allí tiene un carácter político, es fiesta política». Las celebraciones, conciertos, homenajes son en honor a ese triunfo de la revolución.

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Aunque Mario sí explica que hay quien hace rituales, en la intimidad, como quemar muñecos en las calles como símbolo de quemar el año que acaba. «Otras personas cogen tradiciones de otras culturas, como salir con maletas a darle vueltas al barrio para atraer la prosperidad de viajar o se tira agua hacia las calles», explica.

Como esas tradiciones navideñas son muy recientes, solo mantendrá aquí en Burgos la de compartir con su esposa y amigos cubanos tiempo a la mesa. En cambio, la música no la reivindicará como se vive en Cuba, por todos lados se escucha música. «Allí se sale mucho para las calles, se disfruta de una forma más hacia afuera la música», explica.

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Mario añade que las tradiciones navideñas que se están retomando en Cuba guardan relación con las celebraciones navideñas que sí se celebraban durante la época de Batista. «Con la tecnología hemos podido conocer cómo era la Navidad en Cuba antes de 1959, eso que con la llegada de Fidel se cortó. Así que ahora, por ejemplo, la gente se ha ido acercando a la misa del gallo, por ejemplo», señala.

A este retomar las celebraciones navideñas hay que añadir la influencia cultural que vive Cuba procedente de Estados Unidos. «Tenemos a muchos compatriotas viviendo allí, por lo que nos nutrimos, así que nuestras celebraciones son una mezcla de la cultura europea, en este caso de España, que son nuestras raíces, y las de Estados Unidos», puntualiza.

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Colombia

Diego Mauricio Moncada Reyes

Colombia

Diego Mauricio Moncada Reyes es de Colombia y también lleva unos meses en Burgos, desde el 16 de julio. Reconoce que el cambio cultural es «bastante grande, a pesar de que yo vivía en Bogotá y había mucha mezcla cultural, porque hasta la capital llegaba gente de todas las regiones», explica.

En cuanto a las celebraciones navideñas sí está notando también ese cambio. Una frase bastaría para señalar esas diferencias, «en Colombia hay un dicho que es desde noviembre se siente diciembre». Esto viene a decir que en noviembre ya se empiezan a preparar para un mes de diciembre lleno de festividades y celebraciones.

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«La Navidad en Colombia se podría decir que comienza el 7 de diciembre con el Día de las Velitas. Todo diciembre se pasa en familia. Este día se prenden velas en las casas, genralmente en las casas de los padres, y se está ahí compartiendo hasta que se terminan. Con cada vela se pide un deseo», explica. Este año Diego también ha celebrado esa tradición en su piso compartido de Burgos. «Las puse en la ventana y, claro, mis compañeros me preguntaron», recuerda.

Arranca la novena

El 16 de diciembre arranca la novena, rezar nueve días al pesebre, aquí conocido como nacimiento o belén. «Se reza en el trabajo, con amigos, con familiares, hay días que lo rezas hasta tres o cuatro veces», reconoce.

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En Navidad la música tradicional de estas fiestas no puede faltar, «se sacan los instrumentos y equipos de música a las cuadras y ahí se unen los vecinos a celebrar y el árbol también se llana de regalos», recuerda. Porque en Colombia los regalos se entregan el 24 de diciembre, no el Día de Reyes.

El 28 de diciembre, como no podía ser de otra forma en un país experto en celebrar como Colombia, también se festeja. «El 31 también es muy representativo. Nos reunimos en familia, pero igual que el día 24, salimos a las calles con música a todo volumen, todos bailando. Allá también se hacen muñecos, pero de pólvora y se queman. Todo diciembre se quema demasiada pólvora, a pesar de que ya está más regulado y se va prohibiendo, pero el 31 de diciembre toda Colombia estalla en pólvora», reconoce Diego.

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Este colombiano está solo en Burgos, aunque tiene algunos conocidos. Con ellos pasó el 24 y estuvo cenando y compartiendo momentos y también el ajiaco, un caldo típico de su país.

Reconoce que el cambio de la Navidad, pero también de la cultura, al llegar a Burgos ha sido grande, pero, en cierta forma, esto le ha servido para sentir menos la falta de estar lejos de su país. «Si hubiera estado en Colombia, sintiendo esa fiesta en las calles, habría sido más duro, porque aquí la celebración en la calle es más mesurada y estuve acompañado». Aun así, reconoce que en estas fechas que en su país son tan importantes, tan familiares, de tanta diversión y compartir momentos no lo pasa bien, «es duro estar alejado de tu familia».

Ghana

Emmanuel Kwadwo Sekyi

Ghana

Emmanuel Kwadwo Sekyi es de Ghana y lleva dos años en España, primero llegó a Zaragoza y después se mudó a Burgos. Reconoce que está «contento en Burgos». Aquí vive solo y no conoce a nadie más de su país, pero ha encontrado un núcleo social y una red de apoyo gracias a Burgos Acoge. «Burgos Acoge son mi familia aquí», señala.

Por ello, las navidades las ha celebrado con ellos. Estuvo en la fiesta navideña que celebra la asociación. Un evento que sirve de unión y en el que «bailé mucho», como él reconoce.

Alrededor de un 70% de los más de 32 millones de habitantes de Ghana se declara cristiano, un 20% musulmán y el 10% restante de otras religiones.

Las celebraciones españolas en Navidad son muy distintas a las ghanesas. «En Ghana la Navidad la empezamos el día 24, es un día festivo y todo está cerrado. Es cuando la gente se va a visitar a su familia, se dan regalos… En mi país, la Navidad se vive en familia, se regresa a los orígenes el día 24. El 25 también lo pasamos juntos para preparar la comida y comer juntos. Aunque también se intercambian comida con otras familias para presentarnos nuestros respetos y admiración», explica.

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El día 26 también es festivo, el último día, «así que la gente ese día bebe mucho porque el 27 se regresa a trabajar. La vuelta al trabajo de algunos es muy dura», reconoce entre risas recordando esas costumbres.

El fin de año

La noche del 31 de diciembre los ghaneses cristianos acuden a la iglesia. Esto lo hacen «para ingresas en el año nuevo buscando la ayuda de dios, la protección para la familia. Hay otras personas, de otras religiones, que sacrifican animales. Allí no hay fiesta el 31 por la noche, es el 1 cuando hay más fiesta», explica.

Emmanuel tampoco tiene familia, así que ha celebrado algunos de estos días festivos con Burgos Acoge, aunque el 24 y el 25 de diciembre se quedó en casa. Recuerda que otros años sí ha corrido la San Silvestre, pero este año no lo hará. En la San Silvestre Cidiana siempre participa un grupo de personas de Burgos Acoge.

Para el año 2024 Emmanuel espera poder tener sus documentos en regla, «este es mi primer deseo. También haré un curso para formarme y tener la oportunidad de conseguir trabajo».

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