Villatoro denuncia el deterioro de las zonas verdes por el traslado de las barracas

Una máquina lleva días trabajando en el lugar, levantando la zona verde de uno de los laterales de la calle Laredo, en el que se encuentra el carril bici, y allanando el terreno para poder instalar los puestos de alimentación, bebidas, churrerías y las casetas de juegos, apuestas y puntería. «Han levantado todo el terreno», se lamenta Sergio Simón, representante de los vecinos.

En la última reunión que mantuvieron con el alcalde, Daniel de la Rosa, para explicarles cómo se ubicarían las barracas tras la decisión municipal, quedó claro que tanto atracciones como puestos y casetas irían a la calle Laredo, entre las rotondas del Dinosaurio y Bricomart. Inicialmente se había planteado la calle Zamanzas, pero se descartó en favor de la calle Laredo.

Simón no sabe cuál será el siguiente paso, si asfaltarán la zona para que se asienten bien los puestos, pero lamenta el deterioro que va a suponer la actuación, de unos 2,5 metros de ancho y alrededor de 70 metros de largo. Toda una franja, parapela al carril bici, que por otra parte no tiene conexión con el barrio, recuerda Sergio Simón.

Y mientras el Ayuntamiento se afana en preparar la zona para las barracas, los proyectos pendientes en el barrio siguen sin acometerse. Lo prioritario, la acera de conexión con la ciudad. También ese carril bici. Y, por supuesto, la resolución del grave problema de aguas subterráneas, contra el que llevan luchando dos décadas, y que se ha llevado ya por delante seis viviendas.

«No han empezado a trabajar todavía», explica, pues al Ayuntamiento se le ha agotado el plazo dado por la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) para intervenir (en 2021) y han tenido que volver a solicitarlo. Y «a partir de agosto no van a poder sacar agua», recuerda Simón, así que los vecinos de Villatoro lamentan un nuevo retraso en la intervención.

«En cuatro años, en Reyes Católicos han avanzando más que en 20 años en Villatoro», insiste, y recuerda que las arcas municipales se llevan un millón de euros al año de los vecinos de Villatoro. Sin embargo, el Ayuntamiento solo se acuerda de ellos, apunta Sergio Simón, para ponerles las barracas. En Fuentecillas las consiguieron parar, pero aquí no ha habido opción de negociación.

Además, el representante vecinal lamenta la mala organización. Para empezar, los vecinos consideran que hay alternativas más viables que cortar la calle Laredo, también en el polígono, justo en la zona anexa al circuito de motocross. Y, para seguir, han sido ellos los que han indicado cuál será el mejor lugar para la llegada de los autobuses lanzadera: la parada de Bricomart, y no la rotonda del Dinosaurio, como planteaba el Ayuntamiento.

El último punto de conflicto ha sido la petición, realizada a través del 010, para que se corte la hierba en los entornos del parque infantil, porque tapa los bancos. La respuesta es que es una «zona natural donde se favorece la biodiversidad» y, por ese motivo, no se ha segado la vegetación natural.

Todas las noticias de Burgos, en BURGOSconecta.