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El parque automóvil de la provincia de Burgos es cada vez más viejo. Esa es una realidad palpable en el día a día que viene refrendada por los datos oficiales ofrecidos por la Dirección General de Tráfico (DGT), que demuestran que casi un tercio de los turismos en circulación en la provincia tienen más de 20 años de antigüedad.
Se trata de un dato demoledor que, además, parece no haber encontrado techo, toda vez que el peso de los coches más antiguos en el cómputo global no ha hecho sino incrementarse en los últimos años. Y con fuerza, además. Así, al cierre de 2019, el peso de los turismos de más de 20 años en la provincia era de un 18,66%, que aumentó hasta el 23,3% tras la crisis sanitaria de la covid-19 y escaló hasta el 25,74% al cierre de 2022.
Unas cifras que no han hecho sino dispararse en los últimos dos ejercicios, ya que a finales del año pasado permanecían en circulación en la provincia un total de 197.452 turismos, de los cuales 59.532 fueron matriculados hace, por lo menos, dos décadas, lo que supone un 30,1% del total.
Y ello complementado con un aumento sostenido del propio parque automóvil, que ha aumentado un 2% en los últimos cinco años. ¿Qué significa esto? Que en los últimos ejercicios se han incorporado nuevos vehículos al parque, sin duda no al ritmo deseado, pero eso no se ha traducido en una retirada de los coches más antiguos.
A este respecto, el jefe provincial de Tráfico en Burgos, Raúl Galán, apunta a un cambio en los hábitos de uso. «Hace años, cuando se compraba un coche nuevo, lo normal era retirar el viejo, ya sea para chatarra o en el propio concesionario. Hoy, cada vez más, se mantienen esos coches como segundo vehículo o para cedérselo a otros miembros de la familia», explica.
Y todo ello atendiendo exclusivamente a los datos de turismos. Y es que, si se abre el espectro, la fotografía de situación es aún más demoledora. 90.353 de los 278.729 vehículos de todo tipo matriculados actualmente en Burgos tienen más de 20 años, lo que supone el 32,4% del total, un máximo histórico.
Destaca en este sentido, la antigüedad del parque de furgonetas y camiones, cuya edad media es significativamente alta, con 17.476 vehículos de más de 20 años en circulación, el 42,4% de un total de 41.217.
También las motocicletas presentan una situación similar. En este caso, el peso de las motos de más de 20 años en el cómputo global se eleva hasta el 31,8%.
Sólo se salvan de la 'quema' los autobuses, que son los vehículos que mayor ritmo de reposición tienen actualmente. Aún así, el 16,7% de los 472 autobuses en circulación en Burgos fueron matriculados hace más de dos décadas.
¿Y qué implicaciones tiene esta circunstancia? Fundamentalmente dos, vinculadas a la seguridad y las emisiones. Y no son baladí. En este sentido, Galán es tajante: «cualquier coche de gama media de hoy en día es muchísimo más seguro que un coche de gama alta de hace diez años». Los estudios realizados al respecto, asegura, avalan esa máxima. La tecnología ha avanzado a tal ritmo en los últimos años que «cualquier coche, de la gama que sea, incorpora hoy sistemas de seguridad activa», que minimizan el riesgo de accidente, y «de seguridad pasiva», que reducen la peligrosidad en caso de accidente.
A partir de ahí, Galán pone sobre la mesa también las repercusiones en términos de emisiones. Utilizando el mismo símil que antes, el jefe provincial de Tráfico insiste en que «cualquier coche de hoy en día es mucho menos contaminante que los de hace años, incluso si es diésel».
Aún así, el ritmo de renovación del parque automóvil en España en general y Burgos en particular es hoy en día muy lento. «Desde el punto de vista de la DGT, lo que interesa es que se compren más coches nuevos y se retiren de la circulación los más antiguos», pero el mercado es el que manda, insiste Galán. Y el mercado está «en crisis» desde hace mucho tiempo.
De hecho, el propio responsable de Tráfico en Burgos desliza que los plazos impuestos desde Bruselas para impulsar la electrificación «no han sido realistas». «Quizá se debería haber sido más flexibles» desde el punto de vista de la normativa, ya que «ni la tecnología ni el mercado han evolucionado lo suficiente como para hacer que el vehículo eléctrico sea apetecible para el conductor».
Así, y a pesar de que los vehículos híbridos son desde hace un par de ejercicios líderes absolutos de ventas, a finales de 2024 sólo había en circulación en Burgos 8.990 turismos con etiqueta ECO, que se suman a los 1.643 que contaban con etiqueta Cero, reservada para los vehículos completamente eléctricos y para los híbridos enchufables.
Entre las dos categorías aglutinan apenas el 5,3% del total de turismos actualmente en circulación en la provincia, muy lejos de las cifras que presentan los coches con distintivo B (33,5%), distintivo C (32,6%) o sin distintivo (28,6%).
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