Los supermercados de Burgos garantizan el abastecimiento y llaman a los clientes a comprar «con calma»

En este sentido, manifiestan que no es necesario ya que «no hay problema de abastecimiento porque hay producto«. »Por el momento existe suministro suficiente de todo; pero si se acapara sin necesidad de consumirlo por miedo a que falte, entonces sí puede escasear, como hemos visto que ha sucedido con el aceite de girasol», explica Isabel del Amo, gerente de Asucyl.

Este jueves los supermercados de Burgos ofrecían imágenes similares a las que se vieron hace dos años, cuando estalló la pandemia. Estanterías vacías, escasez de leche, de pan de molde, de pasta o de huevos y, por supuesto de aceite de girasol. «Tras ver escenas de supermercados vacíos en otros países, o escuchar algunos mensajes, el consumidor puede ir a comprar de manera irracional, acaparando sin necesidad de consumo, como hemos visto en el caso del aceite de girasol», señala Del Amo. Por ello apela a la responsabilidad: «Ahora mismo no hay falta total de ningún producto, pero el suministro necesita de un transporte seguro para llevarlo a las tiendas y si la logística no funciona, aunque haya de todo, no podemos llevarlo al punto de venta»

Eso sí, incide en que, pese a que el sector del transporte «es muy eficiente y no almacena grandes cantidades», porque en condiciones normales, «el transporte y el reparto funciona con gran rapidez», es necesario «que ese transporte se pueda llevar a cabo con seguridad y en todo el país».

«En Castilla y León no es ni mucho menos donde está habiendo más dificultades para el suministro, pero las plataformas logísticas y la industria están por toda España y los camiones necesitan transitar por todo el país sin problemas», asegura Del Amo, aunque pone de manifiesto que algunos piquetes «no están siendo solo informativos».

Por este motivo, desde esta asociación que integra a empresas de distribución como Mercadona, Gadis, Lupa, Froiz, Alimerka, Tifer, Suma o Proxim, apelan al Gobierno para que tome medidas en doble sentido: por un lado para garantizar el libre tránsito de camiones y por otro, para paliar una inflación que, recuerdan, sufre el transportista, el consumidor y también las empresas.

Y recuerdan al consumidor que «no hay que dejarse llevar por el miedo» y, como ya advirtieron durante el primer estado de alarma provocado por la pandemia: «No hay problema de desabastecimiento, no hace falta llenar las despensas y acaparar producto más allá de lo que se vaya a consumir, porque esto es lo que provoca que sea más complicado reponer la mercancía en poco tiempo».