La segunda vida de Jacoseto en Burgos

Así, un nuevo habitante llegó al paseo de Atapuerca. Junto a él se encontraba el Museo de la Evolución Humana, representante de las famosas excavaciones, y, al fondo de la estampa, la Catedral de Burgos, que estaba de cumpleaños.

La estatua del peregrino floral, creada por Cristino Díez, se instaló en octubre de 2021, aunque no se inauguró hasta el 23 de julio de 2022. Sin embargo, las quejas por el físico de la escultura, el espacio que ocupaba y el mantenimiento que requería llevaron al Consistorio municipal a comenzar su desmantelamiento en noviembre de 2022.

Pero Jacoseto sigue vivo y los jazmines siguen floreciendo sobre él en el vivero de la Floristería Castilla, en Fuentes Blancas. Allí descansa Jacoseto desde hace más de medio año, rodeado de plantas y estatuas y cuidado a mimo por los operarios de la empresa.

La estatua floral de 12 metros y 60 toneladas cuenta con un sistema de riego automático por goteo que recorre la escultura de arriba a abajo. Ahora en verano, este sistema se activa a las siete de la mañana y por la noche, para que los jazmines estén bien cuidados. Asimismo, los operarios también mantienen a Jacoseto, podando los jazmines «cuando pide» y limpiando las malas hierbas que pueden aparecer entre las flores.

Cuando estaba en el paseo de Atapuerca, Jacoseto no era bien mirado por todos los ciudadanos. De hecho, incluso se inició una campaña para retirarlo. Sin embargo, aguantó a la intemperie durante más de un año, aunque en el desmonte y traslado al vivero de Castilla sufrió un poco.

La escultura cuenta con tres partes independientes: la base hasta la mitad, el cuerpo y el bastón. Al estar un año en el paseo de Atapuerca, los jazmines ya «habían enraizado» y, al desmontarse, se dañó un poco la vegetación. Ya en el vivero se unió de nuevo y ahora ya está más enraizado.

Asimismo, durante el pasado mes de abril, una helada pilló a todas las plantas, incluido también a Jacoseto. La peor parte se la llevó la trasera de su «túnica», cuyas ramas se secaron y ahora, poco a poco y con la ayuda de los operarios, están volviendo a revivir.

Actualmente, Jacoseto ya está floreciendo y cogiendo un aspecto muy saludable. Los trabajadores del vivero esperan que en tres o cuatro años su estado haya mejorado aún más y todos los huecos estén llenos de hojas y flores de jazmín. Larga vida a Jacoseto.