La fiesta sigue. Los burgaleses aún tienen ganas de más y no han dudado en volver a demostrarlo. Centenares de gargantas burgalesas han entonado al unísono y con todo el sentimiento el Himno a Burgos. Este año, el acto -uno de los más esperados ... y participativos- ha cambiado de ubicación y cruzaba el Arco de Santa María para celebrarse en la Plaza del Rey San Fernando.
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Este cambio le ha dado mayor magnitud -si cabe- al conseguir aglutinar aún más gente en el nuevo emplazamiento. Además de la Corte Real, los danzantes, los gigantillos y las diferentes autoridades, tampoco se ha querido perder la cita la patrona de la ciudad, Santa María La Mayor, que aún permanecía en la citada plaza tras ser agasajada ayer con miles de flores. Esta circunstancia ha conseguido que la puesta en escena fuera más bonita todavía.
La interpretación ha corrido a cargo de la Federación Coral de Burgos, la banda Ciudad de Burgos y Aransbur –que un año más, ha interpretado el himno en el lenguaje de signos-. Y es que a pesar del calor y de la amenaza de lluvia, nadie ha querido perderse el ya tradicional canto del Himno a Burgos. Parece ser que para un buen burgalés, cualquier momento es el idóneo para entonar aquello de 'Tierra sagrada donde yo nací, suelo bendito donde moriré'.
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