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Burgos está de fiesta. Ha llegado el día del Curpillos, una de las festividades típicas y características de la ciudad. Tras los actos institucionales y religiosos en el monasterio de Las Huelgas, la gente se solía desplazar hasta el parque de El Parral ha celebrar la tradicional jira.
Este año, las obras en El Parral han impedido que la comida campestre y la fiesta se celebren en esta ubicación. Pero Burgos no se ha quedado sin la jira del Curpillos. Se ha trasladado a La Quinta.
Miles de burgaleses se han desplazado hasta allí. La Policía Local de Burgos y trabajadores de seguridad privada controlan el trasiego de gente, pero ha destacado la dificultad para llegar hasta el lugar desde los puentes que salvan el río Arlanzón.
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Para cruzar el río solo hay un par de puentes, la cola para cruzar el que está cerca de El Plantío llegaba hasta las piscinas. Hay gente que comentaba que había tardado 45 minutos en llegar desde el polideportivo de El Plantío hasta el parque de La Quinta.
Por lo demás, la fiesta conocida como El Parral siempre se ha caracterizado por la aglomeración de gente. La ciudad de Burgos está fiesta y los burgaleses quieren compartir estos momentos con amigos y familiares.
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