Cierran una de las viviendas okupadas de la calle Emperador de Burgos

Además, a lo largo de toda la mañana se han ido llevando enseres y electrodomésticos de la vivienda del tercer piso, que es propiedad de una inmobiliaria. Una noticia que, para los vecinos, que vivían inseguros y con miedo a aparcar los coches en su propia calle, es «una alegría» y significa alivio.

Los residentes de San Pedro de la Fuente lanzaban la voz de alarma ante la oleada de vehículos quemados en la calle Emperador, cinco entre febrero y octubre de este año, y pedían una solución inmediata a este problema de seguridad en la zona.

Según declaraban los propios vecinos, los okupas del número 2 de esta calle podrían estar detrás de los incendios, extremo que la Policía no ha confirmado. No obstante, los problemas de convivencia se han ido acrecentando entre los vecinos de la calle y los residentes de estos pisos okupados, generando a una «situación insostenible en el barrio».

Este problema comenzó, según relatan, el pasado mes de febrero, cuando un vecino llamó a la Policía Local porque un coche interrumpía la salida de un garaje. Después, tienen la sospecha de que las personas que viven como okupas en el número 2, en los pisos primero y tercero, que pertenecen a entidades bancarias, tomaron «represalias» y como «venganza comenzaron la oleada de incendios».

Tras arder dos vehículos más el pasado sábado, el equipo de Gobierno señalaba que la Policía Local tenía indicios sobre el autor de los incendios de la calle Emperador, pero no detallaban cómo iba a proceder la investigación. El miércoles 11 de octubre, la alcaldesa de Burgos, Cristina Ayala, junto al subdelegado del Gobierno, Pedro de la Fuente, llamaban a la calma a los vecinos de esta calle, por donde discurre el Camino de Santiago.

Ambos señalaban que Burgos es «una ciudad segura» y aseguraban que tanto Policía Local como Nacional estaban trabajando «de forma intensa» en la resolución de este conflicto. Ahora, los vecinos de la calle Emperador acogen con «alegría» este desalojo, y esperan que su calle vuelva a la tranquilidad.