Las dos discotecas cerradas en Burgos acumulaban un rosario de sanciones

La retahíla de acciones policiales es sorprendente, porque algunas de ellas es como consecuencia de acciones presuntamente ilícitas y reiteradas en el tiempo. La sanción más grave recaía 31 de octubre de 2022 al recinto de Villalonquéjar, cuando Policía Local elevó un «Informe denuncia por evento festivo (da origen a expediente sancionador por infracción muy grave a la Ley de Prevención Ambiental): multa 50.000 euros».

La multa tan elevada responde a las sanciones descritas en el Artículo 76 4 b) de la citada Ley, referido a los castigos. Una acción tipificada con la mayor pena que hace referencia a «actividades o instalaciones comprendidas en el ámbito de aplicación de la presente ley».

En esta misma discoteca, el 15 septiembre de este año en plena actividad, Policía Local tuvo que intervenir «en una mediación entre cliente y hostelero», es decir en una alteración por una discusión, o incluso acciones de mayor calado.

En este tipo de sanciones se tienen en cuenta circunstancias como la importancia del daño o deterioro causado; el grado de participación y beneficio obtenido; la intencionalidad en la comisión de la infracción y la reincidencia, informan fuentes jurídicas.

Por lo que se refiere a la discoteca Klímax, de la calle Santo Domingo de Silos sólo en este año, Policía Local ha tenido que levantar diferentes actas hasta en siete ocasiones. El 15 enero, por realizar una «actividad con puertas cerradas»; en esa fecha se levantaron otras dos más, una por «incumplimiento de licencia» y otra «por permitir fumar en el interior».

El 12 de febrero, otra unidad de Policía Local detectó, y así informó, de otra «actividad con puertas cerradas y obstrucción labor inspectora» y además de manera reiterada se volvió a «incumplir las condiciones de su licencia de bar». En esa ocasión, requeridos por los agentes, tampoco presentaron el «seguro de responsabilidad civil».

La última de las actas de la autoridad policial se levantó el 19 febrero de este año porque se estaba celebrando «una actividad con las puertas cerradas» y se incumplían «las condiciones de la licencia».

Por lo que se refiere a otro tipo de actuaciones de Policía Local a lo largo de este año y en 2022, los agentes han tenido que intervenir «por exceso a de aforo» en seis locales de la ciudad, tres de las actuaciones en la calle Briviesca, donde ha sido habitual contemplar escenas varias a las puertas de alguno de sus establecimientos.

En lo que llevamos de año 2023, este tipo de ilícitos ha sido de cuatro, la mitad de las actuaciones, en la citada calle Briviesca.

Todas estas acciones han sido llevadas a cabo por la unidad de la Policía Administrativa de la Policía Local de Burgos -UPAD- y Medio Ambiental -UMA- apoyada por las diferentes secciones como la Unidad Canina, la Unidad de Atestados, la Unidad de Distritos y la Unidad de Protección Ciudadana.

Están encargadas de realizar intervenciones como control de ruidos, mediante medición, control de aforos; inspección de locales; evacuación por medidas de seguridad, ya sea por exceso de aforo o por control de documentación, búsqueda de sustancias estupefacientes, armas prohibidas o requisitorias judiciales. Además intervienen en acciones diversas como vertidos, residuos o condiciones de trabajo

La sección correspondiente levanta acta de infracción «de todas las irregularidades que la normativa establece como infracción e instruir diligencias en casos de delitos tipificados en el Código Penal» y se elevan los informes a «las secciones municipales correspondientes».