La calle Vitoria es una de las más ruidosas de Burgos. GIT

El Plan de Acción contra el Ruido plantea ampliar la zona 30 en Burgos

El Plan de Acción contra el Ruido destaca que los puntos más sensibles se centran en Gamonal, la avenida Cantabria, Reyes Católicos, La Paz y la avenida del Cid. El equipo de Gobierno aún debe valorar las propuestas

Miércoles, 12 de febrero 2025, 06:02

El Ayuntamiento de Burgos ya tiene sobre la mesa el Plan de Acción Contra el Ruido redactado por Cecor a raíz de la elaboración, meses atrás, del Mapa Estratégico del Ruido (MER), un documento que permitió identificar los puntos del casco urbano más sensibles en este sentido. Ahora, y en base a las conclusiones de aquel, este segundo documento propone la puesta en marcha de acciones concretas y directas para reducir el ruido en esos puntos.

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Las propuestas, en realidad, son simples, y se centran, a grandes rasgos, en potenciar la pacificación del tráfico rodado en algunas de las principales arterias de la ciudad de Burgos. ¿Cómo? Poniendo en marcha acciones correctivas, que pasan por una ampliación de la zona 30, la instalación de medidas de reducción de la velocidad, la utilización de asfaltos fonoreductores, la instalación de señales interactivas y el establecimiento de restricciones concretas a la circulación, fundamentalmente de vehículos pesados.

El estudio detecta cinco zonas y 23.196 vecinos afectados por niveles altos de ruido nocturno

En este sentido, los autores del informe hacen especial hincapié en la ampliación de la zona 30 en vías de doble carril. Hasta ahora, la limitación de 30 km/h se extiende en Burgos por todas las calles de un único carril por sentido, y su influencia en las grandes arterias de la ciudad se acota, como mucho, al carril derecho.

El problema es que es precisamente en esas arterias donde se ha documentado mayor afección por ruido. Se trata de vías como la calle Vitoria, la avenida de la Paz, Reyes Católicos, la avenida del Cid o la calle Luis Alberdi, donde los autores del plan proponen implantar la zona 30 en su totalidad, en ambos carriles.

Esa, a su juicio, es la medida más efectiva, rápida y barata de todas las planteadas en el plan, toda vez que exige de inversiones mínimas y el impacto es directo sobre el ruido del tráfico rodado.

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También se hace especial hincapié en la instalación de pequeños resaltos en puntos concretos que ayuden a reducir la velocidad del tráfico rodado y evitar el incumplimiento de los límites establecidos, así como en la renovación progresiva de los firmes con asfaltos fonoreductores, una acción que exigiría una inversión de algo menos de un millón de euros en las zonas más conflictivas.

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Zonas que el Plan de Acción Contra en Ruido identifica con nombres y apellidos. En total, cinco de las once áreas en las que se ha dividido Burgos para el estudio presentan un nivel alto de afección del ruido sobre sus vecinos derivado del tráfico rodado. Se trata de los entornos de la calle Vitoria y Grandmontagne, de la avenida Derechos Humanos y Luis Alberdi, de la avenida de Cantabria, de la avenida de la Paz y Reyes Católicos y, finalmente, de la Avenida del Cid.

Sólo en esas cinco zonas hay 23.196 vecinos afectados por niveles altos de ruido durante la noche (entre 55 y 65 dbA), que se suman a otros 25 afectados por niveles muy altos (más de 65 dbA). Además, en esas cinco zonas hay siete edificios sensibles afectados por ruidos de más de 60 dbA por el día, todos ellos centros escolares.

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A juicio de los autores del informe, las acciones planteadas deberían llevarse a cabo por orden de prioridad, y en todos los casos se considera necesario comenzar su implantación en las dos zonas más afectadas del barrio de Gamonal.

A la espera de valoración política

El documento, que fue presentado días atrás en el Ayuntamiento, está ahora mismo en fase de exposición pública a la espera de la presentación de alegaciones por parte de entidades o ciudadanos particulares. A partir de ahí, y una vez sean valoradas esas hipotéticas alegaciones, la pelota estará en el tejado del Ayuntamiento, que decidirá qué acciones se llevan a cabo y cuales no.

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En este sentido, el concejal de Medio Ambiente, Carlos Niño, explica que, una vez finalizada la fase de exposición pública y atendidas las eventuales alegaciones, se pretende mantener una reunión entre las áreas de Medio Ambiente, Tráfico y Urbanismo. No en vano, cualquier actuación en esta materia ha de ser «transversal».

En ese encuentro se valorarán las opciones y se establecerá una suerte de hoja de ruta a seguir durante los próximos años. Eso sí, el propio Niño ya adelanta las reticencias iniciales del equipo de Gobierno a alguna de las medidas propuestas, incluida la expansión de la zona 30 a las grandes arterias de la ciudad.

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«A priori, creemos que generaría más problemas» de los que solucionaría en una ciudad en la que, además, «el ruido no es una gran problemática». «Evidentemente nos preocupa», pero los niveles son bastante contenidos, abunda.

Así las cosas, habrá que ver si el Plan de Acción contra el Ruido, el primero con el que cuenta el Ayuntamiento, se materializa en actuaciones concretas o queda en papel mojado.

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