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Dos años sin volver a casa. Es el tiempo que suman los marroquíes afincados en Burgos sin poder poner rumbo a su tierra. La pandemia de la covid, con confinamientos estrictos incluidos, imposibilitaron el verano pasado acercarse a casa y, un año después, esa problemática ... se ha acrecentado con la crisis migratoria entre Marruecos y España. «Es un drama lo que estamos viviendo. Somos 800 marroquíes en la provincia de Burgos y tan solo el 80% habrá podido ir a su casa», apunta el presidente de la asociación hispanomarroquí La Brújula, Rachid Dalaoui, que en lo personal también le está afectando no volver a Khouribga, su ciudad de nacimiento.
«Llevo dos años sin poder volver a casa. Mi padre está enfermo, además en estos meses también ha fallecido mi madre y no he ido», lamenta Dalaoui.
Es el testimonio de Rachid, al que le sigue el del resto de amigos y familiares afincados en Burgos. Al drama de Rachid se une el del resto de presentes, con historias como las de no poder enterrar a sus abuelos o no ver a sus seres queridos. Todo esto a más de mil kilómetros y sin poder ir por una pandemia, al principio, y ahora por la crisis migratoria entre España y Marruecos.
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Eso ha propiciado un bloqueo de los puertos españoles y, por lo tanto, la mejor conexión para realizar la Operación Paso del Estrecho (OPE), conocida en Marruecos como Marhaba. Ese cierre ha obligado a intentar llegar a su casa desde otros puntos europeos como desde Marsella y Sète (Francia), Génova (Italia) y próximamente Portimao (Portugal).
«Por ejemplo, para ir hasta Marruecos desde Burgos empleábamos un día, ya que cogíamos nuestros vehículos y luego cruzábamos el estrecho. Ahora nos toca ir hasta Francia o Italia, para luego coger un barco que puede tardar otro día hasta llegar a Marruecos», recalca Rachid, que precisamente se irá a principios de julio a su país por la vía de Portimao.
«Es una solución. Al principio de esta crisis, estábamos con la incertidumbre de los costes del viaje. Gracias al Rey Mohamed VI ahora se puede viajar de una forma más económica. Los vuelos desde Europa no pueden superar los 75 euros. En barco, con el coche incluido, no puede exceder los 450 euros. Con esos precios, la mayoría de los marroquíes podremos volver unos días a casa», concluye Rachid.
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