El 54% de las palomas capturadas en Burgos son cazadas por particulares

La sobrepoblación de algunas especies de animales puede dañar desde el mobiliario urbano hasta los cultivos, pudiendo ser también un peligro para la seguridad vial y aérea de una zona concreta. Es lo que ocurre en las afueras de la ciudad de Burgos con las palomas, por ejemplo.

Estas llenan de excrementos decenas de bancos en varios barrios de la ciudad. La gran cantidad de palomas bravías y torcaces hace que el Ayuntamiento de Burgos utilice distintos métodos para su captura, como dos halcones, redes y, próximamente, una carabina.

Sin embargo, en ocasiones estos métodos municipales no son suficientes para contener la población de estas especies de palomas. De hecho, hasta agosto de 2024 se han capturado más de 1.500 aves, pero más de la mitad han sido cazadas por particulares; es decir, personas autorizadas en las afueras del término municipal de Burgos.

Esto es gracias a los permisos temporales para cazar algunas especies. Son solicitudes de 'autorización de acciones para control poblacional de especies' que otorga la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León. Dichos permisos se conceden a cualquier persona que pueda demostrar que una especie está sobrepoblando un área, bien sea cinegética o de cultivo.

En lo que va de 2024, la Consejería de Medio Ambiente ha aprobado diez autorizaciones para que particulares den caza a animales de tres especies: conejo, paloma torcaz y bravía y corzos. Estos han podido ser capturados por las personas autorizadas en el término municipal de Burgos.

Como se aprecia en el siguiente gráfico, en Burgos se han autorizado cuatro solicitudes para dar caza a conejos, pero no se ha capturado ninguno. También se ha autorizado a dos personas para controlar la sobrepoblación de corzo y se ha cazado un ejemplar.

Sin embargo, tal y como muestra el gráfico, las especies más cazadas han sido las palomas torcaces y bravías. Con solo cuatro permisos, se han capturado 810 ejemplares. Esta cifra, comparada con las 1.500 aves que contabiliza el Ayuntamiento que se han capturado hasta agosto de 2024, significa que el 54% de estos animales han sido cazados en tierras de cultivo o zonas cinegéticas situadas en las afueras de Burgos.

Desde 2022 y hasta agosto de 2024, en Burgos se han cazado 5.399 ejemplares mediante estos permisos temporales de caza. Estas capturas se han realizado a través de 22 autorizaciones que la Consejería de Medio Ambiente ha tramitado en tres años para particulares.

De todas estas capturas, el 88,24% corresponden a palomas torcaces y bravías. Estos 4.764 ejemplares se cazaron gracias a doce autorizaciones. En el caso de los conejos, ocho permisos favorecieron la captura de 634 animales, el 11,74% del total, como se puede apreciar en el siguiente gráfico:

Asimismo, en tres años se han solicitado dos autorizaciones temporales para la caza de corzos. Las dos han sido pedidas a la Consejería durante este 2024, y se ha cazado un ejemplar por el momento.

Para conceder estas solicitudes de caza temporal, los interesados deben justificar una o varias amenazas de los animales a un territorio. Según la Ley 4/2021, pueden ser situaciones de riesgo: si las especies perjudican la salud y seguridad de las personas; si hay peligro de seguridad vial o aérea; si hay peligro para los cultivos, el ganado o los bosques; si hay peligro para determinados hábitats o instalaciones o si es necesario corregir desequilibrios poblacionales de fauna silvestre.

En lo que va de 2024, la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León ha otorgado diez autorizaciones de caza temporal en el término municipal de Burgos. Estas se conceden, normalmente, durante tres meses, aunque son prorrogables. Durante este tiempo, una persona autorizada puede cazar dicha especie «todos los días durante el periodo autorizado».

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