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Yoda, Urko, Kyo y sus compañeros son agentes de Policía aunque caminen a cuatro patas, ladren y, como cualquier perro, disfruten de una caricia. Forman parte de la Unidad Canina de la Policía Local de Burgos y, al igual que los agentes humanos, velan por ... la seguridad de los burgaleses.
En total, son ocho los canes que participan en los operativos policiales para la detección de drogas y sustancias estupefacientes y que colaboran con la seguridad ciudadana, llegando a controlar a las masas si fuese necesario. Algunos de ellos ya son veteranos en estas lides, otros apenas llevan 20 días en el trabajo y están dando sus primeros pasos.
La Unidad Canina de la Policía Local de Burgos cuenta con nueve guías caninos y ocho perros y presume de ser una de las más importantes y laureadas, no solo a nivel nacional sino también a nivel internacional. Muchos de estos reconocimientos se lo deben a Daxter, un agente excepcional de cuatro patas que ideó, junto a su guía, Francisco Javier Macho, un sistema propio de marcaje de sustancias: el Marcaje Lapa.
Esta técnica, que consiste en que el perro se quede inmóvil y toque con la punta de su hocico el lugar donde se encuentra una sustancia ilegal, está registrada a nivel nacional y es responsable de ella Javier Macho. El perro indica exactamente dónde se encuentra la sustancia y se sienta, se tumba o encoge las patas. Es un sistema pasivo en el que los perros jamás van a morder.
La entrada de los perros en la Policía Local de Burgos ayudó a solucionar algunos problemas con los que se encontraban en su día a día. El primero de ellos se daba cuando la persona de la que se tenía sospecha de portar droga es una mujer y no hay ninguna agente cerca, con el marcaje lapa de los agentes caninos es suficiente para saber con seguridad que esa mujer porta sustancias estupefacientes. Así, se puede requerir de la presencia de una agente mujer o trasladar a esa persona a comisaría. También han ayudado a terminar con los cacheos en público, el perro no necesitará más que su olfato para contar si la persona lleva droga o no.
La Unidad Canina, que nació en 2010, se ha ido especializando y profesionalizando desde entonces para convertirse en la referencia que ahora es. Los ocho perros que la forman en la actualidad han necesitado de un entrenamiento y especialización alto por la naturaleza del trabajo que realizan. No solo en la detección de drogas, sino también como perros de intervención.
Es necesario que sean delicados, porque de su delicadeza depende la viabilidad de la operación y los resultados de la misma. Serán los encargados, en algunas ocasiones, de poner ante un juez a los acusados gracias a los resultados de sus intervenciones. Y la obediencia en estos agentes es fundamental. El perro siempre está pendiente de las órdenes de su guía y nunca actúa por iniciativa propia.
Para que aprendan a reaccionar, hacen simulaciones de intervenciones reales que les preparan para la acción. Así, cuando el guía les pide 'atacar' lo hacen, del mismo modo que sueltan a su presa cuando el humano se lo pide. Es fundamental esta conexión entre perro y guía para no romper la proporcionalidad de las actuaciones.
El vínculo entre guías y perros es máxima, pues conviven las 24 horas del día. Durante las ocho horas laborales comparten turno de trabajo, después también se divierten juntos paseando, haciendo deporte, jugando o descansando en casa. Todos los perros de la Unidad Canina de la Policía Local de Burgos viven con su guía.
Que para ellos sea como un juego es fundamental, así como el refuerzo de los humanos en los que más confían. Los más novatos van dando sus primeros pasos. Yoda apenas lleva 20 días de trabajo, mientras que Urko se incorporó hace dos meses.
Gracias a ellos los resultados de las intervenciones son cada vez más notables y, aunque saben que no destaparán un gran alijo de droga (aunque no sería el primero que encuentran), gracias al vínculo de confianza, lealtad y obediencia el número de intervenciones de esta unidad se mantiene, de media, en las 2.500 en los en los últimos cinco años. Muchas de ellas relacionadas con drogas y otras sustancias estupefacientes, pero muchas otras dedicadas a la seguridad ciudadana.
En 2017 la Unidad Canina (UCID) realizó 2.536 intervenciones. Entre ellas destacaron las 387 incautaciones de sustancias estupefacientes, las 710 personas identificadas, las 401 acta- denuncias a la Ley de Seguridad Ciudadana, los 326 vehículos controlados, las 200 actuaciones preventivas en centros educativos y de absentismo escolar y las 236 actuaciones preventivas en plazas y parques públicos.
En 2018 la UCID llevó a cabo 2.666 intervenciones, un 5% más que en el año anterior. De nuevo destacaron las 393 incautaciones de sustancias estupefacientes, las 840 personas identificadas, las 486 acta- denuncias a la Ley de Seguridad Ciudadana, los 350 vehículos controlados, las 285 actuaciones preventivas en centros educativos y de absentismo escolar y las 296 actuaciones preventivas en plazas, parques públicos, establecimientos públicos, transporte colectivo, etc.
En 2019 la actividad de la UCID volvió a aumentar, en esta ocasión en un 12% con un total de 3.005 intervenciones. Aumentaron en un 6% las incautaciones de sustancias estupefacientes (416), identificaron a 686 y se levantaron 517 actas-denuncias a la Ley de Seguridad Ciudadana. Además, controlaron 354 vehículos, realizaron 295 actuaciones preventivas en centros educativos y de absentismo escolar y 420 actuaciones preventivas en plazas, parques públicos, establecimientos públicos y transporte colectivo.
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Ruth Rodero Aythami Pérez Miguel
En 2020, y pese a la pandemia, la UCID realizó 2.094 intervenciones de las que 347 fueron incautaciones de sustancias estupefacientes. Además, identificaron 649 personas, levantaron 368 acta- denuncias a la Ley de Seguridad Ciudadana, controlaron 193 vehículos y llevaron a cabo 522 actuaciones preventivas: 115 en centros educativos y de absentismo escolar, 354 actuaciones preventivas en plazas, parques públicos, establecimientos públicos, 53 transporte colectivo, etc.
Este último año, en 2021, han realizado 1.941 intervenciones. De ellas, 312 fueron incautaciones de sustancias estupefacientes y 435 identificaciones de personas. También levantaron 298 acta- denuncias a la Ley de Seguridad Ciudadana, controlaron 212 vehículos y realizaron 591 actuaciones preventivas: 195 en centros educativos y de absentismo escolar, 320 actuaciones preventivas en plazas, parques públicos, establecimientos públicos 76 en el transporte colectivo.
La Unidad Canina es la favorita de muchos burgaleses y en la Policía lo saben. Por eso, y para acercar su labor a los diferentes colectivos (niños, personas mayores y personas con discapacidad) salen amenudo de su rutina laboral. El pasado jueves Urko, Yoda, Kyo y sus compañeros hicieron las delicias de los usuarios de la Residencia Asistida de Personas Mayores Fuentes Blancas. La exhibición que llevaron a cabo de sus destrezas y el rato en el que los usuarios pudieron conocer de cerca a los perros policía sacó las sonrisas de más de uno.
Y aunque para los agentes caninos su trabajo conlleva también una parte de recompensa y juego, ser el centro de atención y recibir cientos de caricias y atenciones también les hizo demostrar su lado más 'mono'.
Después de la pandemia, en la que estos centros han estado más cerrados a este tipo de actividades, las sonrisas y la algarabía llegaron de la mano, o en este caso de las patas, de la patrulla canina.
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