Las nuevas medidas restrictivas ponen en jaque a la hostelería y comercio

Los portavoces de ambos sectores lamentan ser los señalados en el nuevo Plan de Medidas de Prevención y Control de la Junta de Castilla y León

Ruth Rodero

Burgos

Sábado, 22 de agosto 2020, 14:03

Esta noche han entrado en vigor las nuevas medidas implantadas por la Junta de Castilla y León para tratar de frenar el avance del coronavirus. En ellas, se busca reducir las aglomeraciones y reuniones de más de diez personas. Los comercios y los establecimientos ... de restauración son parte de los negocios que se ven afectados por estas medidas.

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Así, los establecimientos y locales comerciales minoristas y de actividades de servicios profesionales abiertos al público que no formen parte de centros o parques comerciales no podrán superar el 50% de su aforo total. En el caso de establecimientos o locales distribuidos en varias plantas, la presencia de clientes en cada una de ellas deberá guardar esta misma proporción.

Para Julian Vesga, portavoz y vicepresidente de la Federación de Empresarios del Comercio de Burgos (FEC). estas medidas «no son positivas en ningún caso». «No nos afecta a todas las tiendas, porque desgraciadamente las tiendas no están llenas, pero entendemos que cuando empezamos con este tipo de medidas son el preludio de otras», lamenta.

El malestar provocado por estas nuevas restricciones llega por la sensación que deja en la calle. «En vez de transmitir tranquilidad al cliente lo que hacen es transmitir intranquilidad. Que solo pueda ocuparse el 50% del aforo no es positivo a nivel psicológico de los clientes. La gente va a empezar a pensar que no tiene que ir a las tiendas, que no es seguro y eso nos perjudica claramente. Es otra piedra más en el camino», asegura.

Los meses tras la reapertura están siendo malos. Los comercios burgaleses continúan con pérdidas y están vendiendo «menos que otros años». «Parece que hay algún día bueno, pero el consumo no repunta. La gente está comprando con mucha calma, está esperando. La campaña de rebajas también ha supuesto unas ventas menores que otros años años», continúa Vesga.

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Con este balance negativo y la entrada en vigor de las nuevas medidas, los comerciantes no encuentran la solución óptima, aunque tienen claro que «hay que buscar otro tipo de medidas». «Quizás haya que hacer PCR generales para ver dónde está realmente el problema y solucionarlo, pero no limitar aforos, que se ha demostrado que no funciona. Se limita, luego vuelven a subir otra vez los contagios... no somos optimistas respecto a este tipo de soluciones. Y sabemos que al final lo que esto provoca es que si el consumo está parado, pararlo más», afirma Julián Vesga.

Lo que tienen claro desde el sector es que a los clientes les pueden asegurar que las tiendas siguen manteniendo los protocolos de seguridad que instauraron desde que se pudo abrir tras el confinamiento, con limpieza, distancia de seguridad, geles... «Las tiendas se limpian un montón de veces a lo largo del día y siempre van a estar más seguros en un entorno que se limpia regularmente que uno que no se limpia. Los primeros que estamos involucrados en esta situación de limpieza y de parar el virus somos los comerciantes», concluye.

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En el sector de la hostelería las cosas tampoco mejoran y, aunque Fernando de la Varga, presidente de la federación provincial de hosteleros de Burgos, asegura que «no es cuestión de llorar», el cabreo entre los hosteleros es palpable. Con la nueva normativa el aforo para consumir en el interior de los establecimientos no podrá superar el 50% en barra y, si es en mesa, no podrá superar el 75% del aforo en el caso de salas de hasta 40 comensales y del 50% en el caso de más de 40 comensales.

En todo caso, deberá garantizarse una distancia mínima entre mesas o agrupaciones de mesas de 1,5 metros, con un máximo de 10 personas por mesa o agrupación de ellas. La mesa o agrupación de mesas que se utilicen para este fin, deberán ser acordes al número de personas, permitiendo que se respete la distancia mínima de seguridad interpersonal.

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Se suprime, eso sí, cualquier actividad de restauración que se desarrolle de pie, como cócteles, o similares y se mantiene como horario de cierre de estos establecimientos la 01:00 horas como máximo, sin que puedan admitirse nuevos clientes a partir de las 00:00 horas.

El principal punto discordante llega con el cierre de discotecas y resto de establecimientos regulados en el apartado B.5 del Anexo de la Ley 7/2006, de 2 de octubre, de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas de la Comunidad de Castilla y León. Este apartado se refiere a todos los establecimientos de ocio nocturno. En todo caso, podrán abrir las terrazas al aire libre de estos establecimientos, si las hubiera, en las mismas condiciones que el resto de terrazas de establecimientos de hostelería y restauración.

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«Estas medidas son una ruina para el sector, sobre todo del ocio nocturno, al que se sigue marginando y achacando los errores políticos. Hay que ser claros y hay que empezar a pedir responsabilidades políticas. No han sabido hacer una buena gestión de la pandemia y todo lo están trasladando a medidas de cierre y restricciones, pero nadie asume sus errores políticos», explica enfadado De la Varga.

Las nuevas medidas dejan, además, dudas y espacio a la interpretación que puede dar lugar a errores. Los bares de ocio nocturno podrán abrir si tienen espacio para terraza en las mismas condiciones que un bar normal, pero no podrán hacerlo si tienen mesas en el interior pero no terrazas, algo de lo que también se quejan desde el sector. «Puedo tener dos bares tradicionales al lado que pueden estar hasta la 1:00 de la mañana poniendo copas, música y la gente puede estar interactuando y yo como bar especial no puedo», se queja.

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Desde el sector tienen claro que «si cae la hostelería en cascada cae el sector primario, la distribución y, en definitiva, vuelve a paralizarse el país».

«Hay que empezar a pedir responsabilidades a estos políticos que están demostrando que en algunas cosas están acertando pero en otras muchas no y a día de hoy no conozco a un solo político que haya salido en este país entonando el mea culpa o simplemente dimitiendo. Parece que los errores solo los cometemos en la hostelería, ya vale de ponernos a nosotros en el foco. A este virus nos estamos enfrentando todos, lo que pasa es que unos lo hacemos con nuestro dinero y otros con dinero público», incide Fernando de la Varga.

Además, el presidente de los hosteleros denuncia que llevan meses reclamando que las normas «sean consensuadas con el sector». «Yo no sé de números, pero de hostelería a lo mejor sé algo. A la Junta se le ha hecho cientos de requerimientos y de escritos y no nos han contestado, así es muy difícil trabajar. Todos entendemos que hay que hacer restricciones, pero consensuadas», indica.

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Para finalizar, De la Varga, asegura que al cliente le piden «prudencia». «Estamos todos en el mismo juego».

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