A Vicente Marañón se le nota tranquilo, seguro del proyecto que va a encabezar, con las ideas claras y muy ilusionado. Horas después de conocerse que encabezará la lista de Ciudadanos al Ayuntamiento de Burgos, Marañón no tiene ningún problema en explicar cuáles son ... los objetivos que se ha marcado para el nuevo reto al que se enfrenta, pasando a la primera línea de fuego tras cuatro años como concejal.
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Tampoco en dar su parecer por la situación en la que se queda Gloria Bañeres, quien ha liderado el proyecto este mandato y que, ahora, no estará en las listas municipales, para las que Marañón ha rescatado a Rosario Pérez, la que fuera concejal de UPyD en el anterior mandato, y que ahora se ha integrado en las filas de Ciudadanos.
Vicente Marañón tiene claro que Burgos necesita una transformación, un cambio para convertirse en una ciudad más habitable y atractiva, y asume la responsabilidad que supone representar a Cs en ese proyecto. Una responsabilidad que encaja en su perfil profesional, y también en sus inquietudes personales y políticas, afirma, manifestadas en el Consejo General de Cs, órgano al que pertenece.
De ahí la elección realizada por Ciudadanos, que ha escogido su candidatura en lugar de la encabezada por Gloria Bañeres, para la que Marañón solo tiene buenas palabras. Ha destacado su esfuerzo y dedicación, afirmando que ha dedicado a la política más tiempo que algunos concejales de otras formaciones. También ha reconocido que, en algunos momentos, tanto él como Jesús Ortego la han dejado sola y le ha tocado tomar decisiones en solitario.
Estos cuatro apños han sido muy «apasionantes» para Bañeres, pero también «se ha desgastado mucho» y en ese desgaste encuentra Marañón la explicación a la decisión de Ciudadanos de no optar por ella como candidata a la Alcaldía. Poner en marcha el partido ha sido complicado, insiste, y el protavoz es que el que más se acaba exponiendo y el que más se desgasta, y en este caso ha sido Bañeres.
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Este sería un «factor decisivo» para la decisión, que considera «prudente e inteligente», y también beneficiosa para la propia Bañeres,a modo de protección para que no se siga exponiendo más en el plano político o personal. Se trata de demostrar que «entrar en política no supone que te machaquen en la maquinaria política», insiste.
Así que su elección como candidato a la Alcaldía de Burgos se puede ver casi como un descarte o, como él mismo indica, «una opción por defecto». Una decisión que no es «muy complicada», pues además él forma parte de ese Consejo General de Cs y es un buen candidato para un puesto de visibilidad como este y también para ensayar en Burgos las ideas que ha defendido para cambira la ciudad y posicionarla en el ámbito europeo como una capital de referencia.
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Y es que Marañón nunca temió que su apoyo a Silvia Clemente en las primarias de Castilla y León le fuera a pasar factura o pudise condicionar la decisión de la dirección. Al contrario, afirma que Francisco Igea se mostró conciliador desde el principio y los afiliados que se han quedado le han mostrado su apoyo como candidato legítimo a la presidencia de la Junta de Castilla y León.
En lo que se refiere a su nueva responsabilidad, Marañón ha explicado que el objetivo electoral es entrar en el gobierno de la ciudad, afirma, y obtener «el número de concejales que sea necesario para ser decisivos». Es un objetivo «dinámico», apunta, pues el panorama político se presenta complicado, con hasta cinco fuerzas con posibilidad de obtener representación municipal, y es difícil decir qué numero de ediles se requerirá para esa posición de fuerza en Burgos.
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Marañón parte de los cuatro concejales que consiguió Cs en 2015, pues fueron cuatro, recuerda, aunque Silvia Álvarez de Eulate se desmarcara desde el principio y haya ejercido como concejal no adscrita. De ahí, los concejales que sean necesarios para influir pues «ha llegado la hora de gobernar juntos, no un partido en solitario», y Ciudadanos quiere formar parte de los pactos políticos, pues la prioriodad de la dirección nacional es entrar en los gobiernos y, desde ahí, influir.
«A estas eleciones hay que ir con una actiud de diálogo, integradora y pensando que va a haber que negociar y pactar». De ahí que la elección de la lista municipal haya tenido en cuenta también esas premisas y, al menos, en los puestos de salida se contará con gente que destaca por su caracter dialogante y conciliador. Y como número dos, Vicente Marañón lleva a Rosario Pérez, quien fuera concejal de UPyD en el anterior mandato municipal, y ahora afiliada a Ciudadanos.
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Pérez es una de las caras conocidas que integrarán la lista, con experiencia además en la política municipal. El equipo se ha confeccionado teniendo en cuenta perfiles que cubran las cuestiones que Ciudadanos consideran prioritarias, como son las materias económicas y de hacienda local, la movilidad, fomento y los servicio sociales.
De ahí que, junto a Rosario Pérez, vaya tamibén Rosa Niño, la secretaria de la Junta Directiva de Ciudadanos de Burgos, una mujer con experiencia personal y profesional, que puede ser muy útil para el proyecto de la formación.
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También, Francisco Javier López Gallego, prejubilado de Caja de Burgos, que encaja en el perfil de experto económico y que llega como independiente. Y para cerrar los cinco primeros de la lista, Julio Rodríguez-Vigil Junco, ingeniero de caminos que ha estado colaborando con la formación y ayudando al grupo municipal en la Ordenanza de Movilidad.
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