Secciones
Servicios
Destacamos
Burgos es sinónimo de industria. Y lo es desde hace ya muchas décadas, en las que su crecimiento ha estado sostenido por el empuje económico ligado a la actividad fabril. Una actividad que, tras los primeros conatos registrados a principios del siglo pasado, terminó de ... despegar tras la declaración del Polo de Promoción y que hoy permite que la tercera parte del Valor Añadido Bruto (VAB) de la capital y la provincia esté vinculado directamente a la industria.
Así lo recoge el último Informe del Mercado de Trabajo de Burgos publicado por Caja Rural, que hace especial hincapié en el peso específico de la industria manufacturera, que aglutina el 75 % de la actividad total.
El sector cuenta con 38.700 trabajadores, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), lo que convierte a Burgos en la cuarta provincia de España donde más peso proporcional tiene la industria dentro del empleo. Álava, La Rioja y Navarra son los únicos territorios que la superan.
Tal es la importancia del sector en Burgos capital que sus grandes áreas industriales (Villalonquéjar, Burgos Este, Monte de la Abadesa, Villafría y Castañares) ocupan unas 1.500 hectáreas, alrededor del 15 % de la superficie total del municipio, mientras que el casco urbano ocupa alrededor de 2.000 hectáreas.
Y eso sin contar con los polígonos situados en el Alfoz, que suman otro buen puñado de hectáreas en uso o disponibles en Villagonzalo Pedernales o Villalbilla a la espera de la ejecución definitiva del Parque Tecnológico, situado mayoritariamente en el término municipal de Cardeñajimeno.
En este sentido, el polígono por excelencia es Villalonquéjar, que tras su última ampliación se ha consolidado como el de mayor tamaño de todo Castilla y León con casi 800 hectáreas.
Es precisamente allí, en Villalonquéjar IV, donde mayor oferta de suelo libre hay ahora mismo, pero cada vez es menor. De hecho, la mitad del suelo generado en la última ampliación ya está ocupado y Burgos está a las puertas de quedarse sin suelo industrial disponible, lo que ha obligado al Ayuntamiento a empezar a moverse para generar nuevas superficies.
En todo caso, lo que está claro es que Burgos es una ciudad con una enorme tradición industrial, que ha ido creciendo y evolucionando desde que en la década de 1930 comenzaran a implantarse las primeras grandes fábricas.
El desarrollo industrial es evidente en la siguiente recreación de los polígonos de la provincia desde 1950 hasta 2020 realizadas por un grupo internacional de expertos en Earth System Science Data (ESSD).
La industrialización llegó con retraso a orillas del Arlanzón, pero el proceso se aceleró a partir de la declaración de Burgos como Polo de Promoción Industrial en 1964. A raíz de esa declaración, en apenas unos años se instalaron 93 empresas y se crearon 12.726 empleos gracias a la inversión de más de 19.000 millones de pesetas, tal y como recopila el libro 'La industria en el área urbana de Burgos', coordinado por Gonzalo Andrés, profesor titular de Geografía Humana de la Universidad de Burgos.
La identidad fabril de Burgos se manifiesta por primera vez en la década de 1940, cuando el municipio se convierte en un núcleo textil. Como consecuencia, se otorgan las primeras subvenciones a las instalaciones industriales. Diez años después, se alcanzarían 6.000 empleados industriales en la ciudad.
Los años 50 se caracterizaron por el surgimiento de numerosas compañías industriales que continúan operando en la actualidad, centradas en muchos casos en la producción de alimentos, de componentes de la automoción o de material metalúrgico.
También se desarrolla la fabricación de calzado y textiles, que terminará desapareciendo de manera progresiva a pesar de su importancia en el pasado, según el artículo académico 'Las primeras fábricas de la ciudad'.
La estabilización del sector en Burgos es manifiesto, pues desde 1960 la población activa que trabaja en la industria no ha bajado del 20 %. Un porcentaje que se disparó en 1981, época en la que uno de cada tres burgaleses trabaja en la industria.
Sin embargo, la reestructuración de la industria destruyó más de 2.000 empleos en los años 80 por el cese de la actividad de decenas de fábricas, según apunta Andrés en sus artículos.
Tras este parón, la industria continuó creciendo y Burgos recibió el 30 % de la inversión industrial destinada a las ciudades de Castilla y León entre 1984 y 1994. Esto supuso la creación de otras 43 empresas y de 1.900 empleos.
Sin embargo, la llegada de la crisis inmobiliaria y financiera supuso un frenazo a la actividad y Burgos perdió entre 2007 y 2015 más de 3.000 empleos de carácter industrial, el 12 % del total regional.
Esa fue, quizá, la mayor prueba de fuego a la que se ha enfrentado la industria burgalesa en su historia. Y, a pesar del impacto sufrido, la superó. De hecho, el sector se ha ido recuperando poco a poco y en 2017 alcanzó de nuevo el volumen de trabajadores existente en los 2000.
Noticias Relacionadas
Gabriel de la Iglesia
Gabriel de la Iglesia
La otra gran prueba de fuego se vivió con el estallido de la crisis sanitaria de la covid-19, que la industria burglaesa superó con nota. Así, en la actualidad, hay 38.700 trabajadores en la industria de la provincia, según el INE. Y eso a pesar de que hace décadas que no se implanta ninguna gran empresa en la ciudad.
El nuevo reto es el desarrollo de la industria 4.0 en Burgos y en toda Castilla y León, también conocida como cuarta revolución industrial, que se basa en la incorporación de tecnología, aunque ya empieza a emerger la industria 5.0.
Se trata de un paso importante para posicionar a la comunidad «a la cabeza de los procesos industriales», tal y como aseguraba el presidente del Consejo Económico y Social (CES), Enrique Cabero, durante un seminario en la Universidad de Burgos (UBU) en febrero.
Sea como fuere, a lo largo de estos casi 100 años de progreso, la industria burgalesa ha afrontado crisis y ha mantenido su liderazgo a nivel regional y nacional. Así es cómo el sector mantiene el músculo en Burgos, con cifras de pleno empleo, uno de los principales pilares que ha permitido que la economía provincial cerrase 2022 con un crecimiento del 5,2%.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La bodega del siglo XIV que elabora vino de 20 años y el primer vermut de Valladolid
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.