«Burgos va a contar con una Locomotora». El proyecto para lña creación de un centro de aceleración de empresas impulsado por la Fundación Caja de Burgos «sigue vivo», pese a las trabas del Ayuntamiento de Burgos, si bien la ubicación no está tan clara ... y, lo más probable, es que no se instale en el edificio adquirido junto a la antigua estación del tren, tal como estaba previsto en un primer momento.
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Después de que el PSOE hiciese ayer saltar todas las alarmas, afirmando que la fundación había desistido del proyecto por las «trabas» administrativas municipales, Ginés Clemente ha asegurado que «el proyecto de la locomotora sigue vivo; lo vamos a desarrollar, no tengan ninguna duda», ha afirmado el presidente de la fundación. Lo que sí es cierto es que están valorando nuevas ubicaciones.
Rafael Barbero, director general de la Fundación Caja de Burgos, reconoce que la gestión administrativa «ha llegado a un callejón sin salida». El Ayuntamiento ha denegado la segunda solicitud de licencia de obras presentada así que ahora «estamos valorando qué hacer». La Locomotora se desarrollará, ha afirmado Barbero, «la única duda es dónde» pues no es sencillo encontrar un edificio «singular» y que se adapte a las necesidades de un proyecto de impulso del emprendimiento.
El director general ha explicado que, cuando en 2017 arrancaron con la iniciativa, escogieron el edificio junto a la antigua estación y se lo compraron al Consorcio del Desvío, condicionando la operación a la consecución de la licencia urbanística. Presentaron el correspondiente estudio de detalle, que se aprobó definitivamente en abril de 2018, sin ninguna alegación en contra, recuerda Barbero.
Sin embargo, a partir de ahí comenzaron las dificultades pues se les denegó la licencia de obras alegando que dos elementos del edificio, ornamentales, estaban ubicados sobre suelo público. Tocaba modificar el proyecto y así lo hicieron, pero eso no les ha garantizado contar con licencia, pues les acaban de comunicar la denegación ya que el cambio del proyecto debería ir acompañado con un nuevo estudio de detalle.
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«Estamos valorando qué hacer», afirma Rafael Barbero, si bien Ginés Clemente reconoce que es «difícil» que se pueda desarrollar el Locomotora en el edificio inicialmente previsto. Se trata de un proyecto importante para la Fundación Caja de Burgos, es más, necesario, y en el que están implicadas las empresas impulsoras del Polo Positivo (Grupo Antolin, Gonvarri, Aciturri y Fundación Pascual), pues la primera lanzadera industrial se ubicará en la Locomotora.
El proyecto tiene una inveresión total de 6 millones de euros, entre los 2 millones destinados a comprar el terreno y el edificio y los 4 millones que se iban a invertir en su acondicionamiento. El presupuesto sigue sobre la mesa y se invertirá, insisten Clemente y Barbero, quienes tampoco ven «manos negras» ni «culpan a nadie» aunque sí lamentan lo trabajoso de la tramitación administrativa pública.
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