Rompe un cristal, deja un rastro de sangre en el portal y acaba localizado en su coche de madrugada

Fueron muchos los vecinos del número 4 de la calle Enebro que temieron la consumación de una desgracia, a tenor de la gran cantidad de sangre que se encontró en el ascensor y en el garaje.

El rastro llevó a los agentes hasta el domicilio y tras varias llamadas infructuosas y temiendo la comisión de un fragrante delito o un accidente sanitario grave, procedieron a forzar la puerta de entrada y acceder al interior de la vivienda. Ya dentro, el rastro de sangre les condujo a la cocina donde apreciaron una puerta acristalada rota, pero no encontraron a nadie en su interior.

A través de la base de datos que los agentes de Policía Local disponen, lograron dar con la identidad de los inquilinos y con el vehículo con el que, supuestamente, habían abandonado el garaje.

La búsqueda se alargó hasta la 1:00 de la madrugada del sábado cuando, tras recibir otra llamada al teléfono de emergencias, los agentes son informados de un vehículo que coincide con el que se encuentra en búsqueda, estacionado de manera sospechosa en la calle Condado de Treviño, en el polígono industrial de Villalonquéjar.

Varias patrullas se dirigieron al lugar y encontraron a un varón ensangrentado, medio dormido y con el motor arrancado. Los agentes apreciaron un gran corte en un dedo de la mano derecha, por lo que de inmediato activaron un servicio sanitario en el lugar.

Preguntado por lo sucedido en el domicilio, el varón manifestó que había golpeado de manera voluntaria un cristal de la cocina, en medio de una discusión con su pareja.

Antes de ser trasladado a Urgencias del HUBU, y al encontrarse bajo los efectos del consumo de bebidas alcohólicas, es informado que en virtud de la Ordenanza Municipal de la Grúa y de manera preventiva, el vehículo iba a ser retirado a depósito, pudiendo retirarlo una vez cesen las causas que provocaron la inmovilización.

Por otro lado, varias dotaciones localizaron a su pareja sentimental de L. W. V, de 35 años, que corroboró lo dicho por él, estando tranquila y sin apreciar signos de violencia física.