La lluvia cede y permite procesionar a la Borriquilla en Burgos

Sara Sendino

Burgos

Domingo, 13 de abril 2025, 14:13

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La lluvia no ha impedido que la Borriquilla procesione por las calles de Burgos. A pesar de las precipitaciones, la procesión del Domingo de Ramos ha podido celebrarse, aunque de forma acortada y tras ser suspendida, ante la atenta mirada de cientos de burgaleses y turistas.

La jornada comenzaba a las 9.45 horas en la iglesia de San Lorenzo, donde se bendecían las palmas y los ramos de los burgaleses. El encargado de bendecirlos era el arzobispo de Burgos, Mario Iceta, quien, posteriormente, presidía la Santa Misa en la Catedral.

El siguiente acto del Domingo de Ramos en Burgos era la procesión de las Palmas, llamada la 'Borriquilla', que conmemora la entrada de Jesús en Jerusalén. Esta estaba programada para las 12 del mediodía, según el programa de la Semana Santa de Burgos 2025, con recorrido desde la Seo hasta la iglesia de San Lorenzo, pero la lluvia creaba un clima de incertidumbre a las puertas de la Catedral.

Pasados varios minutos, todas las cofradías participantes salían en procesión, a excepción de la Cofradía de la Coronación de Espinas y de Cristo Rey, encargada de llevar a hombros la talla. Sin embargo, instantes antes de salir la Borriquilla a la plaza de Santa María, la procesión se detenía.

Los costaleros reculaban y la imagen, tallada en 1948, volvía a la Catedral. Acto seguido, se le echaba un plástico por encima, entre comentarios y dudas sobre la suspensión de la procesión. Varios burgaleses hablaban del «Señor plastificado» en un clima de incertidumbre. Este atuendo era retirado tras varios minutos de espera y los cofrades de la Coronación de Espinas y de Cristo Rey 'bailaban' a Jesús en su borriquilla dentro de la Catedral.

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Sobre las 13.15 horas, y al comprobar que la lluvia no paraba, la procesión del Domingo de Ramos en Burgos era suspendida por la Junta de Semana Santa. Por tanto, los planes cambiaban y el recorrido de la Borriquilla también: sería llevada directamente a la iglesia de San Lorenzo, acortando así el recorrido.

Así las cosas, la modesta procesión salía de la Catedral al filo de las 13.30 horas. Estaba compuesta ya únicamente de la talla de Jesús en la borriquilla (con chubasquero incluido), la cofradía que la acompaña y su banda. Minutos más tarde, la lluvia cesaba y el plástico que cubría la talla se retiraba ante la mirada de cientos de burgaleses que admiraban la procesión por la plaza de Santa María, Rey San Fernando, la calle La Paloma y la calle San Lorenzo, llegando así a la iglesia del mismo nombre.