La Junta echa balones fuera en la suspensión del cotillón del Hangar

El portavoz regional, Carlos Fernández Carriedo, ha explicado que lo primero que van a hacer es examinar si la fiesta de Nochevieja tiene licencia municipal y, a partir de ahí, «es competencia de todas las administraciones, en particular de las que tienen función de seguridad pública, dar garantía en el cumplimiento de la normativa vigente y que cualquier actividad se pueda desarrollar cumpliendo la normativa».

Es decir, en plena sexta ola de la pandemia, y ante la ausencia de otras restricciones adicionales en Castilla y León como sí se han puesto en otras regiones limítrofes, se trata de garantizar que se cumplan con las medidas sanitarias establecidas: distancia de seguridad y uso de la mascarilla. Y el Ayuntamiento de Burgos, como entidad responsable en parte de seguridad ciudadana, tien que garantizar que se cumplen, tanto a la hora de dar licencias como de organizar sus propias actividades.

Así lo ha explicado Fernández Carriedo en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, sin dar respuesta a la petición municipal que, alegando que la Junta es la competente en la materia, pedía que se suspendiese el cotillón. Nuria Barrio y Vicente Marañón insistían en que el Ayuntamiento, aunque es propietario de El Hangar, no puede suspenderlo ya que está amparado bajo el contrato con Andén 56.

Sin embargo, sí puede hacerlo la Junta, competente en la materia. Y la petición se ampara en la elevada incidencia acumulada de la capital, por lo que una fiesta de 900 personas supone un riesgo muy alto de contagios. Marañón ha recordado que, además, la mayoría de los participantes pertenecen a grupos de edad con bajos porcentajes de vacunación, lo que agrava la situación.