Impactos de bala en los coches patrulla que frenaron al policía armado y huido

Cuatro han sido las patrullas movilizadas para intentar frenar, primero en las proximidades de Tardajos y luego en la gasolinera de Villagonzalo Pedernales, al agente huido de La Coruña. Había robado una pistola de la taquilla de un compañero en la comisaría y, luego, inició un trayecto por la A-231, que acabó trágicamente en Burgos.

La Guardia Civil, como cuerpo competente para la intervención, fue avisada por el Ministerio del Interior, que ordenó la búsqueda y captura del agente abatido tras descubrirse el robo y su fuga. Movilizaron dos coches patrulla, que recibieron cinco impactos de bala, tal como se ha podido comprobar en su presentación a los medios.

Uno de ellos es el que se ha llevado la peor parte, con cuatro impactos: en el parachoques delantero, en la puerta del conductor en la zona baja y junto al espejo retrovisor y en la rueda delantera del mismo lado, que ha quedado inutilizada. El otro patrulla solo tiene un impacto, en chapa, entre la luna delantera y la puerta del conductor.

Los vehículos serán enviados a reparación de manera inmediata, con el objetivo de, si es posible, que se puedan incorporar al servicio esta misma noche. Mientras, los daños sufridos por las dos patrullas de Policía Nacional han sido menores, apuntan fuentes de la Comisaría de Burgos, que reconocen que el suceso podría haber tenido consecuencias peores.

Ninguno de los agentes miembros del operativo ha resultado herido. La única víctima fue el policía nacional, que recibió tres impactos de bala al menos: en le tobillo, la pierna y el mortal de pecho. Fue él quien abrió fuego, en primer lugar, cuando las patrullas intentaron frenarlo en la autovía. Luego, volvió a disparar en Villagonzalo y fue abatido.