Caballeros y damas; reyes y reinas; juglares, bailarinas y cetreros; algún obispo orgulloso y un par de mendigos leprosos; música de tambores y cornetas; y al frente un caballero legendario y su esposa, doña Jimena. Las huestes del Cid han regresado hoy a su tierra ... antes del destierro, recorriendo el centro de Burgos en una jornada marcada por el sol y el buen ambiente.
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Centenares de personas, ataviadas como mandan los cánones estilísticos medievales, han participado esta mañana en el ya tradicional desfile del Festival Burgos Cidiano, una cita heredera directa del Fin de Semana Cidiano que ha vuelto a sacar a miles de burgaleses a la calle para disfrutar de una jornada a caballo entre la historia y el ocio.
Sin duda, el protagonismo de la jornada matinal se lo han llevado las huestes del Cid, que partiendo desde el mismo Solar del Cid, antaño casa del Campeador, han recorrido varias de las calles más céntricas de la ciudad hasta desembocar en el Arco de Santa María rodeados de una muchedumbre encandilada por la comitiva.
Allí, en lo alto de la histórica puerta principal de la ciudad amurallada, estaban ya Miguel Ángel Benavente y Rodrigo Santidrián, miembros de Yucon Business y del Consejo de Administración del Burgos CF. Suya ha sido la responsabilidad de pregonar el inicio de las jornadas cidianas, aunque ya ayer viernes se abriera el mercado medieval.
En su alocución, ambos han trazado similitudes entre las gestas del Campeador y las del equipo de fútbol, enfatizando el orgullo de ser burgalés y de sobreponerse a los adversarios. A alguno entre el público, por cierto, no ha parecido sentarle bien esas comparaciones.
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Sea como fuere, el pregón ha dado el pistoletazo de salida oficial al Festival Cidiano, cuyo programa, en realidad, ya se estaba desarrollando desde primera hora de la mañana. Y es que, los puntos neurálgicos de este año rebosaban ya de actividad para entonces.
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Alejandro Rodríguez
Alejandro Rodríguez
El mercado medieval, que una vez más se ha desplegado en el paseo del Espolón, era un hervidero de clientes y comerciantes, mientras los artesanos mostraban sus habilidades en la Plaza del Rey San Fernando y en la ribera del río Arlanzón se amontonaban los curiosos deseosos de conocer algo más sobre la arquería, la herrería, los métodos de asedio y tortura o la hípica.
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Las actividades, en todo caso, continuarán durante todo el fin de semana, incluyendo torneos medievales, exposiciones, tallares de mil y un oficios medievales y actuaciones musicales y de danza.
Todo sea por el regreso del Campedor a su tierra.
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