De Las Huelgas al Parral, de lo religioso a lo profano

Este año el calor también ha acompañado, pero los peñistas resaltaban que en el 2022 fue peor, «el calor del año pasado fue mucho peor, había calima también, mucho polvo. Estuve más de seis horas preparando pinchos y, al final, me temblaban hasta las piernas», ha recordado un peñista. Pero como ha señalado otra peñista, «aquí todos estamos voluntariamente, lo disfrutamos mucho«.

«Desde el miércoles llevamos pelando y cortando más de 100 kilos de patatas para hacer las tortillas», ha reivindicado mientras enseñaba una gran cacerola llena de patatas con la que estas burgalesas han tenido el »orgullo« de preparar una tortilla en el momento y ver cómo la degustaban sus vecinos.

Quien se ha querido sumar a esta tradición ha sido la futura alcaldesa de Burgos, Cristina Ayala. Se le ha podido ver sirviendo pinchos y bebidas, mientras charlaba con los burgaleses, en una de las peñas. Mientras, la corporación municipal ha apurado sus últimas horas de mandato en la celebración religiosa de la fiesta en las inmediaciones del monasterio de Las Huelgas.

El ambiente ha sido festivo durante toda una jornada en la que han reinado el jolgorio, los abrazos y los reencuentros entre las 35 casetas de peñas y casas de folclore que se han instalado en el parque.

Al buen beber y yantar le han acompañado la música y las actividades complementarias para todas las edades, que han completado la oferta del día festivo.

Con el sol dando un respiro tras el paso de las horas, la juventud ha entrado aún más en escena junto a la música del DJ mientras las familias apuraban igualmente las horas de un Parral que ha resultado todo un éxito y que sirve de antesala para recibir la semana que viene a los Sampedros 2023.