La hostelería burgalesa se echa a la calle para reclamar su apertura

Los propietarios y trabajadores de aproximadamente cuatrocientos negocios de hostelería, no solo de la capital, sino también de la provincia de Burgos, se han sumado a la manifestación que ha recorrido las calles de Burgos y se ha detenido frente a la Delegación Territorial de la Junta de Castilla y León.

La organización, que se ha encargado de que los participantes guardasen al máximo las distancias, ha lanzado cánticos, pregrabados para evitar los gritos y contribuir así a la no difusión del virus, contra Alfonso Fernández Mañueco, Franciso Igea y Verónica Casado a los que han señalado como culpables de su situación.

Consignas con las que los hosteleros han afirmado sentise «humillados» por las restricciones impuestas y en las que reclamaban poder volver a trabajar. En un ambiente tranquilo y con las cacerolas como protesta sonora, los manifestantes han llegado a la Delegación Territorial de la Junta.

Allí han sido varios los sectores que se han unido a la manifestación: empresas de distribución y reparto, agencias de viaje, sumilleres, taxistas, gimnasios... Ha sido también el lugar elegido donde Ricardo Temiño, del restaurante 'La Fábrica', Miguel Cobo, de 'Cobo Estratos' y Antonio Arrabal, de 'La Jamada', han leído el manifiesto en el que han reivindicado «el orgullo de ser hostelero».

También han exigido a la Junta de Castilla y León la apertura de sus negocios «de manera inmediata, desde hoy mismo». No han querido olvidarse de los «hosteleros de toda la vida que han tenido que cerrar por no poder aguantar la presión de una clase política que promete ayudas que no llegan».

Los hosteleros han denunciado que no pueden «trabajar con tantas restricciones», al tiempo que han asegurado que no pueden «aceptar las decisiones del presidente Mañueco, ni del vicepresidente Igea» y han asegurado que «en la Comunidad de Madrid no se ha obligado a cerrar a la hostelería en ningún momento y las cosas marchan bien». «La hostelería no genera el virus, ni su actividad fomenta contagios, pero nos estamos muriendo», han lamentado

Y han acudido a la Constitución para reclamar «con la vista fijada en el artículo 35 de la Constitución, se nos deje trabajar». «Trabajar en unas condiciones dignas, que permitan garantizar la viabilidad económica de nuestros establecimientos hosteleros y los de todos nuestros proveedores, distribuidores, repartidores, siempre, respetando la salud y los derechos de todos nuestros clientes a disfrutar de su ocio, en un entorno seguro y controlado como el que ofrece, desde el primer día, la hostelería burgalesa», han manifestado.

Para finalizar la protesta, el Himno a Burgos y tres minutos de ruido de cacerolas y silbidos para manifestar, una vez más, su descontento con la gestión de la Junta en esta crisis sanitaria.