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¿Será el próximo viernes, 11 de diciembre, el principio del fin de la covid en Burgos? Difícil respuesta para una cuestión que se llevan preguntando muchos burgaleses en los últimos nueve meses. Sobre todo, porque esta segunda ola ha golpeado a la provincia de ... forma violenta y ha vuelto a noquear a ciudadanos, empresarios y trabajadores sin tregua.
Con el ligero descenso en los datos que ofrece religiosamente la Junta diariamente, el gobierno autonómico ha levantado ligeramente las restricciones en la capital y este viernes se podrá hacer uso de las terrazas. Sí, en diciembre y nada de entrar en el interior de los locales. Esos seguirán vetados en la capital hasta que los números que maneja la Junta bajen sustancialmente.
Para algunos hosteleros ese será el primer rayo de sol, para otros, los que no tienen opción de colocar veladores en la calle (alrededor del 50%), será un medida insignificante en su día a día. Así que seguirán ingresando la friolera cantidad de cero euros al término de la jornada. Y es que sin terraza o con ella, los hosteleros de la capital, a los que se puede sumar prácticamente los del resto de la provincia, han pasado más de 30 días sin recaudación. Tan solo los que tenían la opción del 'para llevar' han edulcorado ligeramente las cifras en un ejercicio laboral que consistía más en estar ocupados que en sacar un salario para comer.
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Pero entre la pena y la desesperación también han convivido y conviven otros sectores en la capital. Los centros comerciales y los gimnasios siguen sin funcionar. Para ellos no hay fechas para recuperar la actividad. Muchos de esos negocios continúan con el candado echado y con menos rayos de sol en el horizonte.
Durante este mes, estos sectores se han visto obligados a salir a la calle a solicitar ayudas directas para vivir. Todos han exigido a la Junta una solución para unos cierres que no entienden y, precisamente, este miércoles, la hostelería se echará a la calle para decir hasta aquí hemos llegado. Se calcula que unas 400 empresas, incluidos distribuidores y hasta asociaciones de taxistas, se congreguen en la puerta de la delegación de la Junta para hacerse visibles.
Y es que durante las última semanas, los testimonios de los sectores afectados han sido de reivindicación y de lamento. Se han sentido «maltratados» y en muchas ocasiones les ha faltado información por parte del gobierno autonómico para saber por dónde tirar. Aunque todo esto no les ha pillado de nuevas. Es un asunto que barruntaban, por ejemplo, la tarde del 5 de noviembre, último día con la persiana levantada. «Esto no va a durar 15 días», aseguraban propietarios, cuyo negocio amaneció cerrado al día siguiente. Y así fue.
Ahora, entre manifestaciones y concentraciones, se preguntan si ¿será el próximo viernes, 11 de diciembre, el principio del fin de la covid en Burgos?
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