El GREM se queda en Villafría aunque con menos espacio tras la ampliación de la perrera

Miembros del GREM se reunieron este martes con el alcalde, Daniel de la Rosa, y las concejalas de Sanidad, Blanca Carpintero, y de Patrimonio, Sonia Rodríguez, para analizar el futuro de la Unidad Canina de Salvamento. El GREM ha viso una «buena disposición» para llegar a un acuerdo, explica Álvaro Martínez, y de hecho se les ha garantizado que se podrán quedar en las instalaciones de Villafría, aunque perderán algo de espacio del que disponen en estos momentos.

Así, mantenderán la cesión del edificio destinado a oficinas y, en la zona de la perrera, pierden cuatro de las dieciséis perreras interiores. El GREM dispone ahora de 22 perreras, 6 exteriores y 16 interiores. Cuando concluya el proyecto de ampliación de la perrera municipal, que supone no solo adecentar las dependencias sino incorporar nuevos servicios y espacios, el GREM perderá unos 50 metros cuadrados.

La solución satisface al Grupo de Rescate Espeleológico y de Montaña, que se muestra «contento» tras la reunión. El fleco pendiente será qué ocurrirá con los animales mientras duren las obras, que tienen un plazo de ejecución de 10 meses una vez se inicien. El GREM tendrá que buscar una solución provisional, una perrera improvisada con casetas o similar, que se instalaría en la zona verde de la instalación, donde se realizan ahora entrenamientos y adiestramientos.

El acuerdo alcanzado en la reunión tendrá que materializarse en un ajuste del proyecto y, sobre todo, en un nuevo convenio de cesión de las instalaciones, explica la edil de Patrimonio. Sonia Rodríguez considera que ha habido un problema de comunicación, incluso una «alarma excesiva» por parte del GREM, pues hasta que comiencen las obras hay tiempo más que suficiente para encontrar soluciones o una alternativa que «se adecúen a ambos intereres».

En el equipo de Gobierno insiste en que los intereses municipales son prioritarios. De hecho, la cesión de instalaciones públicas siempre está condicionada a que no se necesiten para usos municipales. Sin embargo, «esto no significa que no se tenga en cuenta al GREM», insiste Rodríguez, pues nunca ha sido intención del Gobierno echar al grupo de Villafría. Conociendo sus necesidades, se buscará una forma de conjugarlas con las de la perrera municipal, que tiene que ampliarse.