Goyo, el investigador de 83 años que escribe el pasado de Burgos

Del Santo estudió e hizo sus «primeras letras» en el colegio Santa Juana, en la calle San Juan, y es un gran aficionado al mundo de los toros. Comenzó a investigar antes de jubilarse por un hecho fortuito, en 1997. «Empecé con lo de los toros, con mi amigo Miguel Ángel Salinas», comenta el burgalés. En la peña taurina a la que pertenecían había una polémica acerca de cuándo se inauguró la antigua plaza de toros de Vadillos, situada en la «Puerta de Santander», la actual plaza de España.

«Estaba escrito por personas reconocidas de la época que se había inaugurado el 14 de septiembre de 1862, y yo decía que había sido el 29 de junio de 1862», explica Del Santo. Como la duda persistía, el investigador viajó hasta Madrid para resolverla. «Pedí los boletines de noticias de toros y ahí venía escrito, en la prensa de la época. Lo encontré».

Como él señalaba, la plaza de toros de Vadillos se había inaugurado el día de San Pedro de 1862. «Amando Vallejo, un periodista, me lo reconoció en un artículo», explica Goyo, que recuerda que la pieza se titulaba 'Arreglando errores'. Este hecho fue determinante para su futuro. «Eso me animó. Todo lo que encontraba que veía que no era así me animaba a investigar lo que no cuadraba», cuenta, echando la vista atrás.

A partir de entonces, Goyo del Santo comenzó a investigar de forma más asidua, como un entretenimiento. «Me ha gustado siempre el archivo», sostiene. De hecho, en los últimos años se ha dedicado a consultar en estos lugares por las mañanas y, por las tardes, a escribir sus descubrimientos en su ordenador.

Entre los archivos de referencia de Burgos que Del Santo ha visitado se encuentran el Archivo Histórico Provincial, el Archivo Municipal o el del Arzobispado. Poco a poco, toda la información que Goyo ha ido recabando la ha ordenado en varias publicaciones. «El libro de los toros lo publiqué en 2007, pero yo llevaba ya diez años investigando», explica. Se refiere a 'Historia taurina de Burgos' y lo escribió junto a su amigo Miguel Ángel Salinas.

«Según iba encontrando en los archivos protocolos notariales en los que aparecía Burgos lo iba apuntando. Y luego eso me ha venido bien». A lo mejor tengo 2.000 anotaciones hechas», comenta, ya que cada vez que ve un protocolo notarial apunta lo que ve, por si lo necesitara después. Es una forma de ir «a tiro hecho», detalla.

Goyo del Santo ha publicado cuatro libros. En ellos relata historias de Burgos, de personajes que han pasado o vivido por la ciudad y de sus edificios. Por ejemplo, en 'Burgos siglo XIX' explica la historia de Heraclio Fournier, burgalés de nacimiento y fundador de la famosa empresa de naipes. La propia fundación le reconoció un error que Del Santo había descubierto y le invitaron a Vitoria a dar una conferencia.

En sus libros, Goyo incluye fotos que obtiene de los archivos, y también fotografías que él mismo toma o documentos que ha consultado. A todo color y en una edición exquisita. Respecto a las editoriales, ha realizado trabajos con Rico Adrados, Cátedra o el IMC de Burgos.

Sin embargo, el principal inconveniente que Goyo tiene a la hora de publicar libros es que él mismo sufraga todos los gastos. «Me autoedito yo, ese es el problema. Si lo vendo, bien; si no, me lo trago», explica. Sus libros, como el nuevo 'Casas «del Canto», mancebías, festejos taurinos e intrahistoria en Burgos (siglos XV-XIX)', que se lo dedica a sus padres, están disponibles en librerías del centro de Burgos.

Goyo del Santo ha invertido tres años de investigaciones para preparar este nuevo libro. Como detalla el investigador, «sobre todo he obtenido información del Archivo Histórico Provincial. Los protocolos notariales son lo mejor para coger la genealogía», detalla. También ha obtenido otros datos del archivo del Arzobispado.

«A mí me gusta pormenorizar las historias», comenta el burgalés. Por eso incluye fragmentos literales de los documentos que estudia, además de fotografías y una bibliografía extensa para que cualquier lector pueda corroborar los datos de Del Santo.

En 'Casas «del Canto», mancebías, festejos taurinos e intrahistoria en Burgos (siglos XV-XIX)', Goyo cuenta historias de la ciudad en cinco siglos, sin meterse en el XX, que es «más reciente». Es una edición a todo color que en su portada refleja dos edificaciones situadas en la calle Fernán González. Son las antiguas portadas de las casas de los González de Lara y los Rojas. Ahora es el número 5 de esa céntrica calle burgalesa.

Del Santo habla de personajes en su nuevo libro, como los Dancausa, que se relacionaron también con la familia Fournier. Dedica un capítulo a los alcaldes de Burgos del siglo XIX y sus reformas, así como también a las familias Rojas, Gallo, Vallejo y Yarto. Estos últimos vivían antes en una casa de la Flora, esquina Cardenal Segura.

También explica en 'Casas «del Canto», mancebías, festejos taurinos e intrahistoria en Burgos (siglos XV-XIX)' los festejos menores taurinos de Burgos y «cómo la plaza de toros antigua se embargó», la de Vadillos. También qué calles recorrían las antiguas esguevas o dónde estaba la antigua iglesia de San Llorente, en la actual plaza de Los Castaños.

Del Santo explica casas, como la del Emperador, situada en el barrio de San Pedro. También sobre la casa de Miranda, donde se ubica el actual Museo de Burgos, una joya algo anticuada, ya que «la quiso comprar un americano».

Además de historias sobre la ciudad de Burgos, Del Santo incluye otros temas inéditos, como el periplo de la iglesia de La Merced y cómo se compró. Según el investigador, el inmueble lo adquirieron cuatro ingleses que actuaban como «testaferros» de los jesuitas. Sin embargo, Goyo pidió la opinión de actuales dirigentes de la orden, aunque no recibió respuestas a sus cuestiones.

Del mismo modo, Del Santo detalla en 'Casas «del Canto», mancebías, festejos taurinos e intrahistoria en Burgos (siglos XV-XIX)' la historia de los relojes de torre de Burgos y también detalla cómo es la maquinaria del Papamoscas (con foto incluida), y cómo se realizó la compra del mismo. El libro autoeditado del burgalés ya se encuentra disponible en varias librerías del centro de la ciudad.