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La Policía Nacional mantiene abiertas a estas horas numerosas hipótesis respecto el hallazgo del cuerpo sin vida de un recién nacido en la orilla del río Arlanzón a su paso por Burgos.
El bebé, que aún mantenía cordón umbilical y placenta, fue localizado minutos después de las 18:30 horas de este martes por dos mujeres que en ese momento estaban paseando con perros por la ribera izquierda del río, entre el puente Gasset y la pasarela peatonal de Villa Pilar.
Según ha confirmado esta misma mañana el comisario provincial de la Policía Nacional, Jesús Nogales, en un momento dado, «los perros se acercaron a la orilla» en un punto con abundante vegetación. Las mujeres fueron tras ellos para ver qué había atraído la atención de sus mascotas y vieron al bebé. «Al principio les pudo parecer que era un muñeco», pero tras llamar a los servicios de emergencia se comprobó que efectivamente era un neonato.
En ese mismo momento se activó una investigación que permanece totalmente abierta. De hecho, el propio comisario ha reconocido que todavía hay muchas dudas, que empezarán a despejarse una vez se tenga sobre la mesa el informe del forense. «No sabemos si ha sido una muerte violenta, si es un bebé que ha nacido muerto, si ha sido abandonado o quién lo ha depositado», ha explicado.
En este sentido, la autopsia permitirá determinar «cuál es el estado de gestación» y si se trata de un bebé que había llegado a término o no, así como las propias causas de la muerte. Las posibildiades, a este respecto, son «muy amplias», toda vez que el bebé podría haber nacido fallecido, haber muerto por enfermedad, haberse ahogado o haber muerto por causas violentas.
Una vez esclarecido este extremo, tocará buscar responsabilidades. Y no es algo menor, toda vez que las repercusiones penales de unas casuísticas son radicalmente diferentes a las de otras. Básicamente, «no es lo mismo que una mujer haya dado a luz, el bebé haya nacido muerto, se haya asustado y lo haya abandonado, por ejemplo, a que lo haya asesinado dejándolo a la intemperie en el río», ha apuntado el comisario.
De momento, y a la espera del resultado de la autopsia, la propia Policía Nacional mantiene la investigación plenamente abierta. Así, tras la búsqueda de indicios llevada a cabo a última hora de la tarde de ayer, agentes de la Policía Científica y la Policía Judicial se han desplazado esta misma mañana a la zona donde fue localizado el bebé para buscar más pruebas e indicios.
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Entre otras cuestiones, se han tomado muestras del barro y del agua del río. No en vano, una de las principales incógnitas ahora mismo pasa por determinar si el bebé, que apareció completamente desnudo y unido aún a la placenta y el cordón umbilical, fue depositado allí mismo o fue arrastrado por la corriente del río. «Puede ser que efectivamente se haya puesto más arriba del río y la corriente lo haya bajado, y puede ser que se haya puesto allí directamente», ha explicado Nogales.
Paralelamente, ha añadido, la Policía está buscando indicios en otros puntos, como centros hospitalarios, para cotejar información sobre posibles atenciones a mujeres que puedan coincidir con un parto reciente.
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