El disfraz más caro de España se subasta en Burgos

Un gran poder y una gran responsabilidad enfocada en recaudar fondos para la lucha contra el cáncer infantil en Burgos. Y lo harán de la mano de Spiderman. La historia es sencilla, el carnaval está a la vuelta de la esquina y Roberto Alcalde, médico de emergencias sanitarias del 1-1-2 en Miranda de Ebro, y Disfraces Gilmar aúnan fuerzas para subastar un disfraz de Spiderman. Una puja solidaria en la que todo lo recaudado se donará a la Asociación Española Contra el Cáncer.

La puja, que oficialmente comenzaba el 1 de febrero, se lanzó antes debido a la expectación creada al anunciarse en las redes sociales esta acción. Así que ya se puede pujar por ser el ganador de la subasta de un disfraz que tiene el poder de ayudar. Para ello hay que enviar un correo electrónico a sonrisasdecarton1@gmail.com con el asunto 'puja solidaria' y en el mensaje especifica la cantidad con la que se desea pujar.

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Como en cualquier subasta, el mayor postor será quien se lleve este disfraz de superhéroe. El objetivo es «convertirlo en el más caro de España». La puja va a ser secreta durante todo el proceso, por lo que para saber en qué cantidad está la subasta habrá que ofrecer una cantidad. El plazo está abierto hasta el 13 de febrero, martes de carnaval, aprovechando, además, que el 15 de febrero es el Día Mundial del Cáncer Infantil.

Cada persona que puje recibirá un e-mail con la cifra más alta que haya alcanzado la subasta hasta ese momento. Si la oferta no supera la cantidad máxima ofrecida, pero se quiere aportar igualmente esa cantidad, este dinero se puede donar al proyecto personal que Roberto Alcalde tiene abierto en la Asociación Española Contra el Cáncer bajo el nombre 'Sonrisas de cartón'.

'Sonrisas de cartón' es el manuscrito de una novela que Roberto ha escrito para recaudar fondos en la lucha contra el cáncer infantil. Todas las personas que donen en su proyecto, sea la cantidad que sea, reciben el PDF con la novela. Además, tanto Roberto como los responsables de Disfraces Gilmar no pierden la esperanza de que las empresas burgalesas se animen a convertirse también en superhéroes.

Para ello solo tienen que pujar. A cambio, los organizadores prometen publicidad sin desvelar la cantidad ofrecida y, quién sabe, quizás también lograr el traje acorde con sus súper poderes: el de luchar contra el cáncer infantil. Porque todo gran poder conlleva una gran responsabilidad.