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La Guardia Civil ha interpuesto 11 denuncias al detectar «importantes irregularidades» en un negocio clandestino dedicado al mantenimiento, reparación y acondicionamiento de vehículos de alta gama procedentes del mercado europeo de ocasión que después eran vendidos. La actividad carecía de los permisos y autorizaciones necesarias.
Durante el último mes de julio, la Comandancia de Burgos recibió numerosas quejas, en relación al aspecto que presentaba un polígono industrial cercano a la capital burgalesa, donde se acumulaban neumáticos y piezas de vehículos, restos aparentemente abandonados sin control por su entorno.
Se verificó la información y se abrió una investigación para localizar al autor o autores de los vertidos, bajo sospecha de la presencia de un taller ilegal enclavado en el amplio entramado industrial del polígono, que además estaría gestionando sus residuos de manera incorrecta.
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Se localizó una nave, aparentemente enmascarada bajo el rótulo de la empresa que años atrás ejerció allí su actividad laboral, sin relación con el sector automovilístico, comprobándose un inusual trasiego de vehículos.
En presencia de los responsables se inspeccionó el interior, donde se encontraban 23 turismos de alta gama. El local se hallaba acondicionado como taller y en él se halló instrumentación, herramienta y elevadores profesionales, que permitían acometer labores de mantenimiento, reparación y tuneado de los mismos, con el fin de dotarles de un aspecto más deportivo.
Se comprobó la presencia de residuos tóxicos y peligrosos, acumulados y almacenados incorrectamente y sin control por el suelo, como aceite residual del motor, lubricantes y envases contaminados, piezas usadas, neumáticos y baterías, aunque también piezas y componentes nuevos de sustitución.
Tras dos años de 'rodaje', los responsables carecían de las autorizaciones y licencias necesarias para la apertura del negocio, formalizar la actividad y acometer la legal y debida gestión de los residuos ocasionados, restos que, además, se presume abandonaban o depositaban en lugares no habilitados para ello como lo son el polígono y los puntos limpios.
Los vehículos eran adquiridos en el mercado europeo de ocasión y transportados hasta Burgos, siendo su destino final la venta al público -con un aspecto renovado-, actividad esta última para la que sí estaban autorizados.
Personal del SEPRONA y del Destacamento Fiscal y de Fronteras de la Comandancia de la Guardia Civil de Burgos, que han llevado a cabo conjuntamente la investigación, han levantado 11 actas de denuncia, remitidas a la Junta de Castilla y León, al Servicio Territorial de Industria y a la Delegación de Hacienda.
Este tipo de talleres son un fraude y ocasionan un claro intrusismo profesional con pérdidas para el sector. No pueden garantizar los servicios prestados, ni las piezas o componentes sustituidos, lo que redunda negativamente en la seguridad vial y pueden poner en riesgo la vida de las personas. Además la mala gestión de los residuos ocasionados degrada el Medio Ambiente.
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