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Ha sido un buen susto el que se han llevado sus propietarios, y también su veterinaria, después de que un perro sufriera una electrocución en pleno centro de Burgos. El animal recibió varias descargas eléctricas mientras caminaba por la zona de Entremercados y Almirante ... Bonifaz. Y todo por pisar una falsa baldosa, de la que se usan para comunicaciones.
Es la denuncia que hacen desde la clínica veterinaria Veterinea Medicina y Cirugía Animal, donde el can continúa hospitalizado, estable pero pendiente de nuevas pruebas que confirmen que lo sucedido se ha quedado solo en un susto. «Cuando hay electrocuciones, las primeras 24 horas son críticas», explica la veterinaria que le atendió, y que todavía está impactada por lo ocurrido.
En la tarde de ayer, el servicio de guardia de la clínica veterinaria recibió la llamada de unos clientes a los que su perro «se les había desplomado» a la entrada de Almirante Bonifaz. No sabían qué le ocurría al animal pero ella le escucha a través del teléfono. «Le oía chillar, unos chillidos desgarradores, de dolor», indica la veterinaria.
Así que, ni corta ni perezosa, se desplazó al lugar pues en la distancia era imposible saber qué le estaba pasando al perro. A su llegada, la situación estaba un poco más aclarada y todo parecía indicar que había sufrido una electrocución. Tal como le han relatado los propietarios, un vecino les dijo que por la mañana había ocurrido un hecho similar, «una especie de descarga eléctrica».
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El perro en cuestión había pasado por la misma zona, había chillado, había dado un bote y... nada más. Sin embargo, el animal al que atendió la clínica no había tenido tanta buena suerte. «La descarga le debió dar en el pie y cayó de culo. Luego, le dio en el culo y cayó de lado. Y luego le siguió dando descargas», explica la veterinaria, hasta que alguien lo movió de lugar.
Lo sucedido generó un gran revuelo. Hubo más testigos que indicaron que, en efecto, había una baldosa que daba descargas y el dueño del animal lo comprobó en sus propias carnes. «Es muy serio lo ocurrido», insiste la veterinaria, y un peligro para otros animales e incluso para las personas. «Todo el tiempo que estuvo apoyado estuvo recibiendo una descarga eléctrica», según su dueño.
De ahí la denuncia pública que hace la clínica veterinaria Veterinea, pues afirman que si la electrocución le ocurre a un perro más pequeño, de unos 5 kilos, podría haber llegado a fallecer. «Jamás pensé que podría ocurrir, en una calle peatonal por la que pasa gente todos los días», ya que electrocuciones hay, pero se lo normal es que el animal muerda un cable.
Afortunadamente, el perro va evolucionando bien pero sigue en observación. «Cuando hay electrocuciones, las primeras 24 horas son críticas, pero los síntomas pueden aparecer hasta 36 horas más tarde», recuerdan El animal tiene algo dañado el hígado y, cuando le examinó en el lugar, presentaba pulso alterado, algo normal tras lo sufrido, pero estaba mucho más tranquilo.
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